Al Belenos se lo lleva el viento: el equipo de Avilés solo aguanta la primera parte ante el Ordizia (7-46)

El Belenos fue de menos a más en el duelo que perdió ante el Ordizia y al final acabó siendo arrollado por un tornado que estuvo provocado no por el viento, sino por el tesón y el talento de un conjunto guipuzcoano que rindió a gran nivel en el Muro de Zaro. El partido estuvo condicionado por la fuerza con la que sopló el aire en Avilés, racheado, difícil de predecir, provocando más errores de los habituales y condicionando mucho el juego a las manos. La derrota contundente del Belenos le aleja casi definitivamente de la lucha por el primer puesto del grupo B de División de Honor, el que clasifica para disputar el play-off por el título, y le obliga a centrarse en exclusiva en asegurar la permanencia, objetivo para el que ya tiene una parte del camino recorrido.

Y eso que el partido empezó muy bien para el equipo de Avilés, que a los dos minutos ya mandaba en el marcador (7-0) gracias a una buena acción de su medio melé, Estanislao Pérez. Pero fue un espejismo porque enseguida el Ordizia se impuso en las melés, algo que ya le ocurrió al Belenos en el anterior partido, el que ganó a Les Abelles, y terminó transformando ese dominio en un ensayo de su segundo centro, Viljoen, que culminó el trabajo de los delanteros.

El viento deslució un poco el encuentro, impidiendo que los equipos tuvieran continuidad en el juego y que los tres cuartos pudieran pasarse el balón con precisión. Eso hizo que la actuación de los "gordos" fuera aún más determinante y perder las melés, como le seguía sucediendo al Belenos, es mal síntoma en un partido así. De una melé llegó también el segundo ensayo del equipo vasco. Pudo recortar distancias el quince local, que se plantó en la línea de cinco rival y formó un maul para tratar de llevar el oval a la zona de ensayo, pero no culminó y acabó cometiendo un golpe de castigo (fueron muchos los que hizo en esta primera parte) por no liberar el balón.

Ese, precisamente, fue otro de los problemas que tuvo el Belenos, que estuvo algo lento en los rucks, sus delanteros llegaban tarde a las abiertas, lo que provocó pérdidas de balón y golpes de castigo al no liberar el balón el jugador placado. Uno de ellos lo aprovechó el apertura del Ordizia, Valentín Ruiz, para llevar a diez puntos (7-17) la distancia al descanso, aún con muchas cosas por decidir.

Pero lejos de la espectacular reacción que tuvo el Belenos ante Les Abelles, que acabó con una fabulosa remontada y una victoria importantísima (34-33), ayer el equipo de Avilés cuajó una segunda parte muy floja, siendo muy poco contundente en los placajes y dejando a los centros del Ordizia campar a sus anchas por el verde.

Tras otro ensayo del equipo que viene de la tierra del queso Idiazábal, el Belenos logró acercarse una vez a la zona de marca rival, pero se fue de vacío. A partir de ahí fue ya todo un monólogo del Ordizia, que a pesar del viento comenzó a mover bien el balón, eso sí, sin que el rival opusiera demasiada resistencia, y logró sumar un punto bonus importante en su pelea por ser primeros del grupo B.

El Belenos, por su parte, ya piensa en el partido del próximo fin de semana en el campo del Gernika, un duelo mucho más propicio para que el equipo avilesino ponga el broche de oro a su gran temporada.

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