Carpetazo a la investigación de la muerte de Sandra Bermejo: el juez archiva el caso por la ausencia de indicios criminales

El de Sandra Bermejo García ha pasado a ser un caso cerrado para la Justicia. El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 7 de Avilés ha archivado la causa y puesto fin a la investigación abierta en su día para esclarecer las causas de la muerte en Cabo Peñas de la mujer madrileña de 32 años que desapareció el 8 de noviembre de su casa en Gijón.

Según ha podido saber este diario, el juez no ha hallado indicios de la participación de segundas personas en el fallecimiento de la mujer y llegó a la conclusión, a la vista de la documentación que obra en el expediente, de que la muerte de Bermejo se produjo probablemente por suicidio o caída accidental al mar desde los acantilados de Peñas.

De este modo se pone fin, al menos en el ámbito judicial, a una larga serie de especulaciones y teorías que trataron de buscar una explicación al hecho de que una mujer joven, instruida, con inquietudes vitales y sociable muriese en extrañas circunstancias en el paraje de Cabo Peñas. Primero la misteriosa desaparición y luego la ausencia de cadáver, que no fue hallado hasta el 23 de diciembre, dieron pábulo a tesis que lo mismo apuntaban a un rapto como a un homicidio o una desaparición voluntaria.

La familia de Sandra Bermejo siempre ha negado la posibilidad del suicidio y según fuentes judiciales ha apelado en la Audiencia Provincial de Oviedo contra el auto del Juzgado de Primera Instancia de Avilés que archivó la causa. A ese juzgado de Avilés el asunto llegó remitido por otro de Gijón que fue el primero que se encargó de la investigación de lo que entonces era oficialmente un caso de desaparición.

El hallazgo del cadáver, la identificación indubitada de los restos mortales como correspondientes a Sandra Bermejo y la conclusión del informe forense de que la muerte de la mujer se había producido por traumatismo por precipitación –es decir, por las heridas que sufrió al caer desde una altura considerable, como la que hay en los acantilados del Cabo Peñas– dieron por finalizada la investigación de una desaparición y llevaron en último extremo a descartar la hipótesis de una muerte por causa criminal. De ahí el archivo de las diligencias.

Pero la familia de la mujer no se rinde y por eso apela con la esperanza de que se reabra el caso. Ven "flecos sueltos", como el testimonio de tres pescadores que vieron tres coches aparcados en la zona de la desaparición de Sandra Bermejo en fecha próxima a la misma (lo cual alimenta la teoría de que pudiera estar acompañada) y una fotografía hecha la mañana siguiente a la desaparición de Bermejo de una mujer caminando sobre los acantilados a la que nadie ha identificado.

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