Las nuevas bombas de la EDAR de Maqua ya están instaladas y funcionan a pleno rendimiento

Este mes se cumple un año desde que la viceconsejera de Medio Ambiente, Nieves Roqueñí, diese la voz de alarma sobre el mal estado de las bombas que hacen posible el funcionamiento de la depuradora de aguas residuales de Maqua. En una visita a la instalación hizo saber que cinco de las seis bombas del tanque principal (el que recibe las aguas a tratar) estaban tan deterioradas que se corría el riesgo de colapso. Ese mismo día, Roqueñí anunció una inversión de urgencia del Gobierno del Principado por valor de un millón de euros para sustituir las bombas exhaustas.

A tenor de la emergencia, la respuesta, porque un mes más tarde [era agosto de 2022], Nieves Roqueñí –recién nombrada ahora consejera de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico– hizo saber que ya había sido contratado el servicio de asistencia técnica para comprar e instalar esos equipos.

Las bombas llegaron a Maqua por Navidad y en los primeros meses de este año se colocaron sucesiva y satisfactoriamente. a día de hoy, las cinco bombas nuevas están en los huecos que las alojan a treinta metros de profundidad y funcionan a pleno rendimiento.

El problema de bombeo de la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Maqua se ha solucionado, pero eso solo era la punta del iceberg.

La instalación está pendiente de una importante obra de reforma y ampliación con un primer valor estimado de 32 millones de euros, que serán bastantes más debido a que el proyecto se ha quedado desfasado debido al retraso acumulado a raíz del descubrimiento de que la depuradora está construida en un suelo de dominio público marítimo-terrestre.

Relanzar el proyecto

Según fuentes consultadas por este diario, la intención de Costas para relanzar el proyecto de reconstrucción de la EDAR de la comarca de Avilés cuando concluya el trámite de la desafectación del suelo es contratar un proyecto técnico de reajuste de los precios del proyecto redactado en su día y que hubo de ser paralizado. Igualmente habrá que realizar, como en cualquier obra pública, un estudio de impacto ambiental.

La previsión es que las obras puedan empezar en el plazo de dos años.

La reforma de la depuradora de Maqua es una de las cuentas pendientes del Gobierno central con el municipio de Avilés. Como desveló este periódico en 2017, la instalación incumple una directiva comunitaria sobre el tratamiento de aguas residuales urbanas desde que comenzó a funcionar, en junio de 2004.

No solo presenta deficiencias en el tratamiento biológico por la escasa capacidad de la instalación y por la intrusión de agua salina, sino también un avanzado estado de deterioro arquitectónico, principalmente debido a la corrosión.

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