El barrio avilesino que luce nueva imagen

Un parque del que presumir, calles libres de baches y mejoras en los accesos son algunos de los cambios que ha sufrido la zona en los últimos seis años

Antonio Gil, presidente de la Asociación de Vecinos «Marcos del Torniello», en el parque de Versalles. | L. L. | L. L.

Antonio Gil, presidente de la Asociación de Vecinos «Marcos del Torniello», en el parque de Versalles. | L. L. | L. L. / L. Landázuri

Lorena Landázuri

Lorena Landázuri

El barrio de Versalles, uno de los más populosos de Avilés es también desde hace seis años, uno de los que más cambios ha experimentado. Un flamante parque que los vecinos no dudan en catalogar como "la joya de la corona 1.196.566", la reurbanización de las calles de la Paz y Pelayo o la renovación del alumbrado público con luces led, son algunas de las mejoras que ha sufrido la zona. Unas obras que aún están en marcha y que son fruto de la financiación municipal y los fondos europeos FEDER.

Antonio Gil lleva siete años al frente de la Asociación de Vecinos "Marcos del Torniello-Versalles". El mismo tiempo que lleva en marcha el lavado de cara del barrio. "Cuando cogimos la asociación le trasladamos al Ayuntamiento las deficiencias que había en Versalles, destacando las prioridades y las peticiones que ya arrastrábamos de anteriores mandatos. Ahora el barrio es otro", indica el presidente.

La reforma de los patios interiores y el lavado de cara de su flamante parque son algunas de las mejoras de las que presumen en el barrio. "El parque fue una obra muy costosa, imposible de hacer sin lo fondos europeos", señala el presidente. Una inversión que ha permitido que el espacio cuente con un parque canino, una zona de juegos para los más pequeños y material para que los mayores puedan hacer ejercicio. "Antes era un lugar de paso, triste e inhóspito, con la zona para los niños vieja y deteriorada y ahora la gente se queda, hace vida, es un espacio de encuentro entre los vecinos. Es una maravilla", destaca Gil.

Una de las arterias que vertebran la actividad de Versalles es la calle de La Paz. Otra localización que se encuentra inmersa en obras, pero en la que ya se pueden ver algunos de los resultados fruto de la remodelación acometida como la ampliación de la acera para dar cabida a las terrazas de los locales de la zona, al tiempo que los viandantes disponen de más espacio para transitar.

Terrazas en la calle de La Paz, una de las arterias del barrio aún en obras.

Terrazas en la calle de La Paz, una de las arterias del barrio aún en obras. / L. Landázuri

"Va a dar un cambio radical a la movilidad en el barrio. Es una calle en la que hay mucho comercio, pasa mucha gente y con las terrazas había dificultad para pasar. Ahora, la acera es mucho más amplia, con un espacio delimitado para las terrazas y otro para la movilidad de las personas", indica el líder vecinal.

Las calles Campoamor y Managua, zonas que en el barrio se conocen como patios interiores, también lucen nuevo aspecto tras destinar 705.227 euros a reparar los baches, accesos y ampliar las aceras. "Las personas con movilidad reducida no podían deambular por allí. Se hizo una reforma integral en los cuatro patios, que sufrieron una transformación total", señalan los vecinos.

Facilitar las relaciones entre los vecinos y el trabajo de la asociación es posible gracias al espacio de reunión del que disponen, el centro cívico cuya sala polivalente ha sido reacondicionada. Entre las mejoras, Gil destaca el suelo aislante del que se ha dotado al espacio. "Era importante porque el 80 por ciento de las actividades se hacen ahí. Tenemos talleres para estimular la memoria, se está formando un coro para mayores... nos volcamos con que los más veteranos para que salgan de casa, socialicen y hagan ejercicio porque son un grueso de los vecinos del barrio", señala Gil.

Una de las joyas históricas que alberga Versalles es el monumento de Los Canapés, una pieza compuesta por dos bancos de piedra construidos en 1786 que los vecinos veían necesario mantener. "Llevaba años abandonado y fuimos nosotros los que pedimos al Ayuntamiento que se recuperase y se logró. Fue uno de los objetivos que me marqué cuando entré en la asociación", indica el presidente.

Los espacios de La Curtidora también han sido reformados, una mejora esperada por los vecinos. "El edificio se ha modernizado y esto facilita el acceso a nuevas empresas. Es un lujo tener el centro de empresas de La Curtidora en el barrio", cuenta Gil.

Versalles luce nueva imagen y sus vecinos presumen de ella, un resultado fruto del empuje vecinal y del Ayuntamiento. "Somos muchos socios remando en la misma dirección. Esto demuestra que la unión hace la fuerza", explica el presidente.

Suscríbete para seguir leyendo