Entrevista | Mabel Lozano Directora del documental "PornoXplotación"

"Las leyes de extranjería abocan a las mujeres migrantes a la prostitución"

"La voluntariedad es algo que quieren creer los hombres para lavar su conciencia y poder decir que una mujer es puta porque le encanta hacerlo"

Mabel Lozano, a la derecha, en el Centro de Servicios Universitarios.

Mabel Lozano, a la derecha, en el Centro de Servicios Universitarios. / Ricardo Solís

Christian García

El Centro de Servicios Universitario de Avilés acogió ayer la charla "PornoXplotación", título homónimo de libro y serie documental de Mabel Lozano (Toledo, 1967) y que se visualizó en el encuentro junto con el nuevo trabajo de la directora, el documental "Ava". La actriz y directora de cine profundizó acerca de la prostitución en España, los peligros de la pornografía y la situación de esclavitud a la que abocan ambos mundos a las mujeres.

–¿Qué es "PornoXplotación"?

–Es una serie documental basada en mi libro. Lo escribí junto al inspector de policía Pablo J. Conellie, en el que hablamos de la prostitución 2.0, que es la pornografía, Trata sobre el acceso temprano de los jóvenes y el estilo agresivo que se ritualiza en las calles. Las manadas no son otra cosa que el sexo grupal y violento del porno. Para que puedan grabarse millones y millones de gigasbytes, detrás está la explotación de millones de mujeres.

–¿Cómo aborda las charlas?

–Explicamos, a través de la visualización de los capítulos, en este caso el segundo, cómo la pornografía es un fenómeno turbio que deja víctimas a uno y otro lado de la pantalla. Por una parte, por la necesidad de millones de mujeres para sus contenidos, que es un supermercado de cuerpos abierto 24 horas al día. Por otro lado, porque los jóvenes acceden desde los nueve años porque tienen un móvil, que es un pequeño cine porno. Entran a la pornografía porque está a golpe de clic. La única barrera es decir que son mayores de edad. A un chaval que entra de forma casual y por curiosidad, la pornografía le acaba buscando a él. Se enganchan porque es altamente adictiva y reproducen comportamientos que la pornografía normaliza, como son las violaciones grupales.

–También visualizan su nuevo documental "Ava".

– "Ava" muestra cómo la pornografía es un incentivador de la prostitución. Si se ve porno, se tiende a la prostitución, donde tras de ella hay mujeres y niñas tan vulnerables como Ava, una chica con discapacidad intelectual, captada a través de redes sociales para ser explotada, drogada y comprada por más de veinte hombres diariamente.

–Su documental denuncia el tópico de la voluntariedad.

–Hay que tener en cuenta la Ley de Extranjería en nuestro país, que hace que las mujeres, cuando llegan buscando una oportunidad huyendo de guerras, hambrunas, pobrezas, conflictos... y no consiguen papeles para trabajar hasta tres años después. Eso las aboca a ser explotadas en el servicio doméstico, en la prostitución, en el campo... porque tienen la mala costumbre de como nosotros, comer todos los días. Las leyes de extranjería las abocan a recurrir a la prostitución. Si yo no tuviese nada y me diesen dinero por mi riñón para dar de comer a mis hijos, lo vendería. Ahí no hay voluntariedad y tampoco en la prostitución.

–¿Por qué se usa ese término?

–La voluntariedad es algo que quieren creer muchos hombres para lavar su conciencia y decir que es puta porque quiere, porque gana mucho dinero y le encanta hacerlo. Pero resulta que en su entorno no hay prostitutas. Víctor Hugo decía en el siglo XIX que se decía que la esclavitud se había abolido en Europa y no, tiene rostro de mujer y se llama prostitución.

–¿En qué situación están las mujeres migrantes?

–Ahora mismo en España, las mujeres colombianas, víctimas de trata, ahora son explotadas como modelos "camgirls", la pornografía en directo. Son el mayor colectivo de mujeres víctimas de explotación sexual más importante en nuestro país. Llegan para ser explotadas como modelos sexuales en internet. La cara de la prostitución son mujeres migrantes sin papeles y con cargas familiares. Cada vez vemos mujeres más vulnerables que llevan proyectos migratorios cada vez más duros. Llegan a las cosas, muchas de ellas, tras haber sufrido violaciones una y otra vez. Una mujer no nace para ser puta.

–¿Las webcam blanquean la prostitución?

–Por su puesto. No se habla de putas, sino de modelos webcam. La realidad es que es la explotación 2.0. Son más jóvenes. Las captan desde redes sociales, venden que pueden hacerlo cuando quieran, desde su casa, que van a ganar dinero... Esto expone a las mujeres a grabaciones en línea que no se van a recuperar nunca, y a través de él se sufrirá ciberacoso para que no dejen de exhibirse.

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