El fragmento de cancel de la iglesia de San Nicolás: ¿qué representa y cuándo fue hallado?

No existe certeza de si perteneció a un templo previo existente o fue traído de algún otro lugar, pero fuese como fuese estuvimos en un tris de perderlo

Fragmento de tablero de cancel o barrotera que existe en la iglesia de San Nicolás de Bari (Avilés).

Fragmento de tablero de cancel o barrotera que existe en la iglesia de San Nicolás de Bari (Avilés).

Rosa María García Fanjul

Es una placa de caliza blanca, tallada en bisel, de 101 por 39 centímetros que representa una rama de vid, con sus hojas, racimos y zarcillos; no he encontrado ninguna referencia de cómo es su parte posterior. Inicialmente se etiquetó, y así se aceptó a lo largo del siglo XX, como un fragmento de tablero de cancel o barrotera de origen visigodo (siglo VII); pero actualmente García de Castro, 1995,─lo filia como de factura altomedieval (siglo IX, inicios del X). Se parece a otras piezas existentes tanto en Asturias como fuera del Principado, de ellas la más conocida y similar es el cancel del iconostasio de Santa Cristina de Lena (fechado en la segunda mitad del siglo VII), que se interpreta como proveniente de otro lugar y reutilizada en dicho templo.

Nuestra talla, que siempre sale a relucir cuando se escribe sobre los orígenes de la Villa, pudo pertenecer a un templo antiguo, bien situado en el lugar en que se halló la pieza –podría ser entonces de una de las tres iglesias avilesinas que Alfonso III el Magno donó en su testamento a la catedral de Oviedo, que en opinión de Garralda, no compartida por otros autores, sería la iglesia de Santa María–─ o bien en cualquier otro punto desde donde fue trasladado. Realmente su origen es desconocido, como también lo es bastante que, muy guapamente, estuvo a punto de acabar en el Museo Arqueológico de Asturias.

Fragmento de tablero de cancel o barrotera que existe en la iglesia de San Nicolás de Bari (Avilés). Fotografía recuperada de «Notas para el catálogo monumental y artístico de Asturias (1918-1919)», Gustavo Fernández-Balbuena. | Simurg. Fondos digitalizados del CSIC. Biblioteca Tomás Navarro Tomás | IMÁGENES OBTENIDAS DE INTERNET

Iconostasio de Santa Cristina de Lena. / Simurg. Fondos digitalizados del CSIC. Biblioteca Tomás Navarro Tomás

Se encontró en 1867 cuando se estaba reparando la iglesia del antiguo convento de San Francisco, que para entonces ya era parroquial de la Villa, aunque por las obras no estaba en uso (volvió al culto el día de San Nicolás de 1867), y apareció formando parte de la cornisa de un tejado; cuándo y quién la había puesto ahí se ignora.

El hallazgo llegó a oídos del entonces alcalde, Simón Fernández Perdones. Don Simón, que ya había escrito sus Anales de Avilés, "por su carácter de individuo corresponsal de las Reales Academias de la Historia y nobles artes de San Fernando", era uno de los vocales correspondientes de la Comisión de Monumentos Históricos y Artísticos de la Provincia de Oviedo,─germen del que nació el Museo Arqueológico de Asturias, y de ella había recibido una circular solicitando "que la auxiliasen en sus respectivas localidades, remitiéndole periódicamente datos y noticias de sus investigaciones históricas y artísticas". La verdad es que la Comisión pidió a todo quisque, pues con su escaso peculio sus adquisiciones no fueron importantes,─fundamentalmente piezas pequeñas, especialmente monedas, obteniendo sus fondos museísticos sobre todo de donaciones, que afortunadamente tuvieron, y de los intentos, no siempre exitosos, de hacerse con lo hallado en obras públicas y en las rehabilitaciones/reparaciones de monumentos.

Logotipos basados en el cancel: a la izquierda, el de la Sociedad Económica de Amigos del País de Avilés y Comarca; a la derechae, el municipal de la campaña «Avilés ciudá milenaria». |

Cancel del iconostasio de Santa Cristina de Lena. / Biblioteca Nacional de España

Respecto a nuestra recién hallada talla, como gente entendida en el tema pensase que pudiese pertenecer "á la época de los primeros Reyes de Asturias", el Alcalde tomó dos decisiones: pedir al cura párroco, don Antonio Fernández Cantina, que "le hiciese incrustar en una de las paredes del templo en su parte interior y á la altura conveniente para que no se le maltratase, a lo que accedió muy gustoso", y comunicarlo, con fecha 10 de febrero de 1868, a la Comisión de Monumentos Históricos y Artísticos de la Provincia de Oviedo, a la que prometió enviar lo más pronto posible un dibujo del fragmento y sus medidas.

Así debió hacerlo, pues para el 27 de febrero ya había recibido contestación de dicha Comisión interesándose por su adquisición, junto con "tres efigies de construcción antigua que se encuentran sin uso al culto". Perdones rápidamente habló de nuevo con el sacerdote, al que encontró dispuesto a que tanto uno como otras fueran para el Museo Provincial. El Alcalde comunico esa decisión al vicepresidente de la comisión ovetense mediante misiva fechada el 3 de marzo, en la que dice "lo mas pronto posible, dispondré la remesa" . Por causas que desconozco eso no ocurrió, al menos no envió la piedra que permaneció en Avilés, según Garralda "empotrada en una de las paredes interiores del templo, a la derecha de la entrada de la capilla románica" (actual capilla de la Purísima).

El fragmento de cancel de San Nicolás de Avilés

Logotipos basados en el cancel: a la izquierda, el de la Sociedad Económica de Amigos del País de Avilés y Comarca; a la derecha, el municipal de la campaña «Avilés ciudá milenaria». / Imágenes obtenidas de Internet

Ahí aguantó la guerra sin incidentes, pues cuenta el cura párroco José Fernández Menéndez que de la contienda "quedó a salvo un interesante friso visigótico que perteneció a una iglesia aquí erigida con anterioridad a la actual". Como vemos, don José también supone que su origen es un edificio religioso preexistente in situ. No permaneció mucho tiempo más en ese lugar, en 1938-1939, durante las obras de rehabilitación del templo efectuadas por dicho sacerdote, la piedra fue retirada del interior y reubicada junto con el sepulcro de Martín Alas, que "se colocó en el claustro, adonde se trasladó también la piedra visigótica de la primera oglesia, que se encuadró en un fondo de sillería".

Y ahí sigue ─"viendo pasar el tiempo" como la puerta de Alcalá─, en la crujía norte del claustro, donde puede ser visitado y quizá en algún momento restaurado.

Como curiosidad señalar que la vieja pieza inspiró dos logotipos avilesinos, que yo conozca: el de la Sociedad Económica de Amigos del País de Avilés y Comarca, diseñado por el fotógrafo Santy Ramos, y el conmemorativo del milenario de la villa, creado por Lorena Prieto Sánchez y elegido por el Ayuntamiento entre las 28 propuestas presentadas por alumnos de Diseño Gráfico de la Escuela Superior de Arte de Asturias; con ese dibujo municipal se decoraron camisetas, llaveros y bolígrafos, objetos que no se comercializaron ya que su fin fue usarlos como regalos de cortesía.

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