Un plan con mucha miga: una escuela de panadería en el viejo instituto de Salinas

Samuel Suárez, ganador del mundial de panadería en Remini, quiere convertir Castrillón en un referente en la formación en su sector

Samuel Suárez sostiene su campeonato del mundo, con su campenato de España a los pies. | N. M.

Samuel Suárez sostiene su campeonato del mundo, con su campenato de España a los pies. | N. M. / Noé Menéndez

Noé Menéndez

Noé Menéndez

Convertir Salinas en el foco de la panadería a nivel nacional e internacional. Ese es el nuevo gran objetivo de Samuel Suárez. Avalado por su campeonato del mundo de Panadería ganado en Remini, a lo que también se suma un campeonato de España, este castrillonense quiere que su pasión, la panadería, sea el reclamo para que más gente visite el concejo. "Imagina conseguir juntar panadería y surf, por ejemplo", bromea. Tras toda una vida entre harina y hornos, ahora quiere poner sus conocimientos en favor de sus vecinos.

"Estuve estudiando panadería en Londres, en la escuela nacional de Panadería. Ahí estuve siete años, hasta que me fui a Nueva Zelanda, donde estuve trabajando tres años", cuenta Suárez, que destaca el nombre de Thomas Marie, el hombre que "me abrió los ojos". Toda esta experiencia le llevó a Remini, donde junto a dos compañeros consiguió alzarse con el campeonato del mundo, la primera vez que España se hace con un título a nivel internacional.

La rueda, clave. La obra que realizó Samuel Suárez para hacerse con el campeonato del mundo. | S. S.

La rueda, clave. La obra que realizó Samuel Suárez para hacerse con el campeonato del mundo. | S. S. / Noé Menéndez

"Mi mujer me dijo que si no ganaba, mejor que no volviese", comenta el castrillonense. Y es que, para hacer con el campeonato del mundo, Suárez tuvo que sudar lo suyo. Para prepararse entrenó durante un año y medio con una media de veinte horas semanales, para conseguir llegar a su mejor nivel. "La inversión es muy grande, tanto de tiempo como de dinero", reconoce el panadero, quien apunta una de las grandes dificultades que tiene hacerse con la victoria: contentar a todo el jurado. "El jurado es internacional, por lo que tienes que buscar cosas neutras, que le gusten a todo el mundo. Hay que encontrar un equilibrio entre lo que le puede gustar a un español, a un chino y a un argentino", señala. Es por ello que apostó por "sacar un 8" en todas las categorías, algo que logró con creces.

Según confiesa Suárez ese campeonato del mundo le ha abierto puertas y quiere aprovecharlo para crear su proyecto en Salinas. "Estoy buscando, con ayuda del Ayuntamiento, que me den un espacio para poder dar formaciones, para formar a panaderos aquí", explica el panadero, al tiempo que agradece la predisposición de Eloy Alonso al escuchar su idea. "Creo que puede ser algo para darle nombre a Castrillón, para que tanto el concejo como Asturias tenga más repercusión", afirma el castrillonense, quien está trabajando para conseguir un sponsor de maquinaria que se una al proyecto. "Mi idea es, a parte de realizar mis formaciones, hacer talleres para los vecinos, ya sean amas de casa, jubilados… Que Salinas se convierta en un destino de pan", añade. Su objetivo es hacer que la panadería sea más atractiva para los jóvenes y, con ello, que Salinas se convierta en referente en España. Una probable ubicación sería en las cocinas del antiguo instituto. "Yo soy de aquí de siempre y quiero hacer algo aquí. En mi cabeza empezaría mañana, pero lo realista sería empezar después del verano", sentencia. Con su ímpetu, el pan está a punto de quitarle el puesto al surf como la actividad estrella de la localidad.

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