El Avilés se blinda desde los once metros

Álvaro Fernández protagonizó ante el Villalbés la neutralización de penalti número 70 de la historia del Real Avilés Industrial

Santi Calvo, portero del Avilés

Santi Calvo, portero del Avilés

Jorge Valverde

El instante de ejecución de la decimocuarta, de las 17 reglas del fútbol, quizá sea el que más suspense provoca bajo la atmósfera balompédica. Hace 132 años, una propuesta de William McCrum, acaudalado y libertino miembro de la Federación Norirlandesa, acabó siendo oficializada por el International Board. Así surgió el penalti y no sin polémica, pues, en origen, el juego se consideraba algo así como un pacto de caballeros en el que no existían las malas artes. ¿Cómo iban a trampear aquellos señores? Evidentemente, innegables empezaron a ser las infracciones y, por tanto, el castigo.

Lógicamente, el penalti fue implantado por su elevado nivel reparador, pero, en el caso del Real Avilés Industrial, bien a favor o en contra, ese efecto fue relativo a lo largo de la historia. El balance dice que, si no fue capaz de transformar la cuarta parte de los que dispuso, también logró abortar el 30% de los que le señalaron en contra. De estos, el último se pudo ver el domingo, con protagonismo para Álvaro Fernández (Madrid, 2000), cuyas extremidades superiores nada podían hacer ante la trayectoria tomada por el lanzamiento de Pablo Rey, centrocampista del Racing Villalbés, pero sí las inferiores.

Ese penalti se convirtió en el número 70 que los guardametas industrialistas han logrado interceptar, sin contar tandas, en las 41 temporadas y media que el club lleva de vida. La cuenta se iniciaba el 8 de enero de 1984, en el estadio santiagués de Santa Isabel, donde Josito Viña contrarrestaba el golpeo de Jorge Pérez, interior del desaparecido Compostela, en partido que el conjunto de Raúl González solventaba por un agónico 0-1.

De los 67 cancerberos, a día de hoy, que han salvaguardado el arco blanquiazul, 31 lograron que la portería no fuera vulnerada desde los once metros, bien por su destreza, bien por la fortuna en esos lanzamientos que se fueron al limbo. El vigente titular, Álvaro Fernández, experimentó particular momento tanto en la gestación como en la resolución de un penalti que fue crucial en la victoria ante el Racing Villalbés.

Resulta gratificante requerir a Santi Calvo, poseedor del doble récord blanquiazul de presencias oficiales entre palos (217) y penaltis neutralizados, nada menos que 14, un extraordinario 61% de los 23 que le tocó afrontar. Catalán residente en Gran Canaria, donde sigue ligado al fútbol como comentarista radiofónico, dejó huella en Avilés y rememora: "Solía amagar a la izquierda para provocar el lanzamiento a mi derecha. Me funcionaba bien. Recuerdo el que le desvié en Talavera de la Reina a Julio Prieto, un consagrado de Primera División, a las tres semanas de mi debut en Avilés. También tengo en mente el de Pasarón, donde ganamos en la temporada 1999-2000, la del descenso. Al respecto, tengo muchas anécdotas. Aunque me desvíe del tema, me viene a la memoria una como visitante en el Muro de Zaro; militaba en el filial del Celta, íbamos ganando 0-1 y, con máxima tensión, traté de poner nervioso a Joaquín, encarándole y pisoteándole el punto de cal, pero no sirvió de nada, pues "El Bala" me lo enchufó cuando ya pasaba la hora. Seis meses después, éramos compañeros en el Real Avilés Industrial".

Entre otras anécdotas o particularidades de máximos castigos, cabe una doble mención. Por un lado, la del hispanovenezolano Rafa Ponzo, que paraba hasta dos penaltis en su único partido como realavilesista, en partido de Copa Federación disputado en la localidad cántabra de Noja. Y por otro, la de Marino Solares, único jugador de campo que, como portero circunstancial, no fue superado desde el punto fatídico; acontecía el 20 de febrero de 1994, en Orense, donde el central maliayés se enfundaba la camiseta de Santi Calvo, expulsado, y provocaba que el chut de Luis Mugüerza, legendario orensanista, se estrellara en el larguero.

Lapso de doce años

Se antoja que el registro de Santi Calvo perdurará décadas. Dobla los 7 penaltis del corverano Juan Carlos Pérez, que acumuló más parados (7) que encajados (5), y del avilesino Borja Piquero, que tiene la mejor marca en una sola temporada, con los 5 que bloqueó en el ejercicio 2018-2019. A continuación, con 6, marcha Davo Armengol, que también guarda un detalle llamativo, el de los 12 años que transcurrieron entre su primer penalti salvado, en octubre de 2011, ante el Ceares, y el último, hace menos de 4 meses, frente al Arenteiro.

Aparte de lo narrado, quedan los protagonistas en las tandas que dilucidaron eliminatorias. Ese capítulo lo lidera Guillermo Suárez, con 4 bloqueos (ni así pudo remediar el descalabro de 2016 ante el Lagun Onak), seguido de Bruno Camblor y Davo Armengol, ambos con 3, y Mario de Luis, con los 2 que fueron cruciales para el título de Copa Federación Autonómica ante el Llanes, en septiembre de 2022.

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