Entrevista | Emilio Cañedo Exentrenador del Avilés

"Mi recuerdo del Avilés es de felicidad"

"Creo que el equipo puede llegar al play-off; necesitan un par de victorias para coger confianza"

Emilio Cañedo

Emilio Cañedo / David Cabo

Noé Menéndez

Noé Menéndez

Han pasado más de tres meses desde que Emilio Cañedo (Oviedo, 1965) fue despedido del Avilés. Su primera destitución en toda su carrera. Ahora tiene tiempo para estar con su familia, algo que cuando uno se adentra en el mundo del fútbol es misión imposible. Eso sí, sigue con su pasión intacta. Lo que no ha perdido ha sido el lado afable.

–¿A qué se dedica ahora?

–Ahora estoy centrado en la familia y en conocer a mi hijo pequeño, que tiene dos años y medio y antes, cuando estaba en el Avilés, apenas le veía. Ahora estamos interactuando y empezando a conocernos Marchaba por la mañana y estaba durmiendo y, cuando volvía, igual. La vida con el fútbol te cambia muchísimo, porque lleva muchísimo tiempo. Ahora dedico tiempo a mi familia, atiendo el negocio y sigo viendo fútbol, pensando en nuevas ideas.

–¿Sigue pendiente del mundo del fútbol?

–Prácticamente veo partidos de todas las categorías, desde juveniles, pasando por Tercera, Segunda y Primera Federación, y luego Primera y Segunda División.

–¿Tiene mono de entrenar?

–Soy consciente de que esta temporada ya no voy a poder entrenar. No me genera mono, esta es la primera destitución que tengo en 23 años y realmente es un paréntesis necesario para asentarte en el camino y asentar las ideas.

–¿En qué está buscando reciclarse?

–Sobre todo en aspectos del juego que están teniendo éxito en general. Muchas veces vale más copiar que inventar.

–¿Qué recuerdo tiene del Avilés?

–Para mí fue una etapa muy feliz. Es verdad que no acabó como nos hubiese gustado, pero soy consciente de que realmente en esta sociedad al final te valoran mucho más por lo que consigues que por lo que mereces, y más que por el proceso. Nosotros tenemos la conciencia muy tranquila y estamos muy orgullosos de ser fieles a un estilo de juego, prácticamente dominadores en todos los partidos y siempre generando más ocasiones que el rival. Es lo que nos llevamos. El recuerdo es de alegría y felicidad.

–Lo que el año pasado funcionaba esta temporada no hubo manera.

–Si nos ponemos a valorar es evidente que se te valora por lo que consigues. La única diferencia entre este año y el pasado son los resultados. Los entrenadores estamos todos de paso, todos excepto el club, la ciudad y la afición, entonces creo que lo que nos trajo a Avilés fueron los resultados, los resultados malos de anteriores entrenadores; nos mantuvieron los resultados y nos echaron los resultados. Al final lo que nos juzgaron fueron los resultados.

–¿Tiene pesadillas todavía con la final del play-off ante el Granada B?

–Tienes la sensación de que pocas veces en la vida tienes algo tan cerca que pueda contagiar tanta alegría a tanta gente. A mi me duele más por la gente, por las ocho mil personas que fueron, que por mi mismo. Esto va de ganar y perder, pero el aficionado no lo valora así, porque hay mucha ilusión detrás y sacrificio, tanto económico como familiar. Me duele por la gente que fue.

–¿Qué ha cambiado del año pasado a este?

–Le das mucha vuelta a todo. Tampoco le busco cinco pies al gato, está claro que en muchos de los partidos estuvimos más cerca de ganar que de empatar, eso nos hubiese posicionado de otra manera y daría otra sensación de paciencia, pero muchas veces no sabes dónde está el matiz de que el balón entre o no. Tenemos que quedarnos con el proceso, con el ser fieles a una forma alegre de jugar. Es un mundo donde te valoran por los resultados y no por el proceso.

–Tanto Diego Baeza como Javier Vidales salieron a refrendarle en su puesto antes de destituirle.

–No creo que nos haya destituido ni Baeza ni Vidales. Este es un mundo muy típico, las declaraciones son siempre muy típicas antes de cesar. Al final estamos todos de paso, excepto el club y la ciudad. No creo que nos hayan destituidos ni Baeza ni Vidales, nos destituyeron los resultados.

–¿Cómo es su relación con ellos?

–La relación es buena. Estoy muy agradecido tanto al club como a los dirigentes por haberme dado la posibilidad de ser feliz y de realizarme como entrenador.

–Ahora, a toro pasado, ¿qué cambiaría de la confección de plantilla que se hizo en verano?

–A día de hoy, en el fútbol moderno, el entrenador tiene parte en la confección de la plantilla, pero tiene la parte en función del estilo que va a realizar. Luego los fichajes van a cargo de la dirección deportiva. Creo que había muy buena plantilla, que sigue habiendo muy buena plantilla y que es una plantilla capacitada para conseguir los resultados del año anterior.

–¿Tenía mejor equipo la pasada campaña o esta?

–Creo que son plantillas distintas. Evidentemente este año hay muy buen equipo, hay muy buenos futbolistas, pero cuando cambia un equipo casi entero necesita un periodo de adaptación y de confianza. Creo que son distintas, pero ambas muy buenas

–¿Cómo está viendo al Avilés de Manolo Sánchez Murias?

–No lo conozco. Solo lo puedo valorar por los resultados.

–¿Ve al equipo capaz de pelear por el ascenso?

–Creo que pueden llegar al play-off. Lo tienen a tiro, el año pasado estaban en una situación relativamente parecida. Creo que estos partidos venideros van a ser importantísimos para posicionarse. Con un par de victorias el equipo cogerá la moral y la confianza suficiente para instalarse arriba

–¿Dónde veremos a Emilio Cañedo a partir del próximo verano?

–Seguro que me veo entrenando. Llevo 22 años haciéndolo, es la primera vez que tengo tantos meses para descansar, cargar pilas y recapacitar sobre el estilo y la forma de jugar. Seguro que me veo entrenando.

–¿En qué categoría se ve?

–Creo que al final depende mucho de las expectativas de cada uno. Después de entrenar al Avilés, uno de los equipos más importantes de Asturias, cualquier opción que salga, tanto regional como nacional, va a ser buena por el prestigio que deja el Avilés.

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