El Avilés ha sufrido de su propia medicina. Los blanquiazules no han podido pasar del empate ante un gran Cayón, que, al igual que los avilesinos en Ganzábal, hicieron un gran trabajo defensivo para rentabilizar al máximo su única ocasión de peligro. El punto sabe muy a poco para el Avilés, que tenía una oportunidad de oro para engancharse al tren den play-off, zona que ahora tiene a cuatro puntos.
El Avilés arrancó el duelo con ganas de dar un puñetazo en la mesa. Nada más empezar Claudio tuvo la primera del encuentro, rematando un buen centro de Mecerreyes, pero Mario Ruiz atrapó con solvencia el cabezazo del leonés. No se achantaron los cántabros, que devolvieron el golpe con otro remate de cabeza de Alonso, y aunque a primera vista parecía que el balón había entrado, el cabezazo se hundió en la malla lateral.
Aunque ese inicio prometía un duelo frenético, el arranque fue solo un espejismo. Ambos conjuntos bajaron unas cuantas marchas y el encuentro se empezó a disputar en el centro del campo, con un combate entre Marcos, capitán del Cayón, y el doble pivote blanquiazul, Cortina y Mecerreyes. A punto estuvo el Avilés de tener un disgusto a la media hora de encuentro, cuando el centrocampista ovetense derribó al cántabro en la línea del área, con la afición visitante pidiendo un posible penalti, pero finalmente el colegiado pitó falta y el peligro fue amainando.
Cuando parecía que el encuentro iba desembocando agónicamente en el descanso, el Avilés metió un acelerón y buscó irse a los vestuarios con un tanto de ventaja. Claudio, con una buena carrera, estuvo muy cerca de abrir el marcador, y Sierra, con un disparo desde la frontal, le quitó las telarañas al travesaño. Antes del pitido del árbitro, el granadino tuvo una falta que cerca estuvo de colarse, por Mario Ruiz realizó una gran intervención para disipar el peligro.
Si la primera parte arrancó con emociones, la segunda no se quedó corta. El guardameta visitante tuvo que realizar una doble parada heroica para salvar al Cayón. Primero Rojas, con un disparo al palo largo, y luego Néstor a punto estuvieron de anotar el primero del encuentro. El Avilés siguió dominante, plantándose con rapidez en área rival, pero el muro cántabro parecía inexpugnable. Hasta el minuto 66.
La lluvia, que hizo acto de presencia en los primeros compases del partido, le jugó una mala pasad al Cayón. Mario Ruiz, que hasta el momento estaba siendo el salvador de los cántabros, cometió un error en un despeje por culpa de lo mojado que estaba el balón, lo que hizo que la pelota le cayese a Natalio, que volvió a meter el balón a la olla para que Claudio, en el punto de penalti, pusiese al Avilés por delante.
Pero poco duro la alegría blanquiazul. El Cayón, lejos de quedarse noqueado, se lanzó a por el empate y, tras una fugaz intentona, consiguió su propósito. Combinaron los cántabros en la frontal, buscando un hueco con el que hacer daño al Avilés, hasta que Dani Salas atacó la espalda de Cortina para, con un potente derechazo, batir a Álvaro Fernández y empatar el encuentro.
Y, tras esa acometida, el encuentro no tuvo más. El Avilés bucó cambiar la dinámica con los cambios, metiendo a Davo Fernández para intentar dinamizar su ataque, pero el cambio no tuvo el rendimiento esperado. Los blanquiazules pierden una gran oportunidad de engancharse al tren del play-off por culpa de un Cayón que le dió a los avilesinos de su propia medicina: defender bien y la primera que tengas, a la cazuela.