Culpable de homicidio el rumano que mató a su pareja en San Juan de la Arena: las claves del veredicto

Conforme al veredicto del jurado, la Fiscalía pide 12 años de cárcel, que la acusación particular eleva a 15 y la defensa reduce a 10

Doru Robert Diditel, entre dos policías, tras los letrados Juan Carlos Páyer y Ángeles Lázaro, y la fiscal. | Luis Vega

Doru Robert Diditel, entre dos policías, tras los letrados Juan Carlos Páyer y Ángeles Lázaro, y la fiscal. | Luis Vega / Luis Ángel Vega

Luis Ángel Vega

Luis Ángel Vega

Tras nueve horas de deliberación, el jurado popular declaró al rumano de 27 años Doru Robert Diditel, de forma unánime, como culpable del homicidio de Alejandro Fernández-Canteli, de 60 años, cometido en la noche del 4 de noviembre de 2020, en una casa de San Juan de la Arena. Los miembros del jurado se abonan de forma íntegra a las tesis de la Fiscalía y rechazan que los hechos puedan considerarse como un asesinato, como solicitó al final del juicio la acusación particular, que pedía una condena de 20 años de prisión. El juicio venía celebrándose en la sección tercera de la Audiencia Provincial desde este lunes.

El ministerio público ya había variado su petición de condena por asesinato, al considerar que los hechos eran un homicidio, de forma que reducía su petición de pena de 20 a 12 años de cárcel. Y es que el crimen no habría sido premeditado, sino que fue fruto de una discusión que se fue cargando de violencia. La acusación particular, ejercida por los hermanos de la víctima, bajo la dirección letrada de Ángeles Lázaro, mantuvo sin embargo que los hechos sí habían sido un asesinato, al considera que se había producido "un plus", y que la víctima fue atacada sin preverlo, de forma sorpresiva e imprevista. Juan Carlos Páyer, letrado del acusado, pedía la libre absolución, al entender que no había quedado claro cómo se produjo el crimen, ya que pudo ser la consecuencia de un forcejeo o incluso pudo ser accidental.

El jurado, que se retiró a deliberar a las diez y media de la mañana de este viernes, una vez recibido el objeto de veredicto, regresó a la sala de vistas poco después de las siete y media de la tarde, y despejó la mayor parte de las dudas, aunque no todas las que se plantearon en el juicio. El jurado considera probado que, el día de los hechos, la víctima acudió a la casa en la que vivía el acusado, "requerido por las numerosas llamadas que este le había hecho", tal como prueba el informe del tráfico de llamadas elaborado por la Guardia Civil. Los dos tenían relación desde hacía unos meses.

También considera probado que Robert Diditel estaba en un estado de gran nerviosismo, y que hubo una discusión en la que el acusado "actuó con violencia" contra el dueño de la vivienda, al que arrojó al suelo y propinó varios puñetazos. De hecho, el acusado tenía heridas en los nudillos, aunque no está probado que rompiese un cuadro de la vivienda, tal como sostenían las acusaciones. Los jurados ven "suficientemente probado que Doru Robert Diditel fue el causante de la herida que provocó la muerte de Alejandro Fernández-Canteli, con un arma blanca o un cuchillo". Y es que, como indica el jurado, el propio acusado "reconoció que no se acordaba de cómo, pero que sí había sido el causante de la herida".

Añade el jurado que no está probado que el mango del cuchillo hallado por la Guardia Civil en la vivienda correspondiese al arma del crimen, que no llegó a aparecer pese al rastreo de los agentes. En base al informe forense, el jurado establece que la herida mortal fue causada en posición vertical, con gran fuerza, de forma que la clavícula desvió la trayectoria del cuchillo.

No planeó el crimen

Eso sí, no considera que el ataque perpetrado fuese sorpresivo, sino en el contexto violento en el que había transcurrido la noche. De hecho, el acusado amenazó a la víctima con que iba a matarla, después de que ésta le golpease en el rostro por haber agredido al dueño de la casa. Fue en ese momento cuando el acusado fue a por un cuchillo a la cocina y apuñaló a la persona con la que mantenía una relación desde hacía unos meses. "Robert no dispuso de tiempo para planear la agresión", dictaminó finalmente el jurado, cuyas votaciones fueron por unanimidad. También votaron en contra del indulto del acusado y de la suspensión de la condena.

Una vez despedidos los integrantes del jurado, tuvo lugar la vista para establecer las peticiones definitivas de pena, en el marco establecido por el veredicto. El ministerio público reiteró su petición de 12 años de cárcel. La letrada de la acusación particular que ejercen los hermanos de la víctima, Ángeles Lázaro, solicitó el máximo posible, 15 años de prisión, mientras que el letrado de la defensa, Juan Carlos Páyer, pidió el mínimo, diez años de prisión, en atención a la ausencia de atenuantes en el veredicto. Ahora, la magistrada Ana María Álvarez, presidenta del tribunal, dictará sentencia conforme al veredicto del jurado.

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