Las baterías de coque entran en la "Lista Negra" de patrimonio irrecuperable

El colectivo Hispania Nostra lamenta los derribos de todas las instalaciones que se levantaron para alimentar a la gran siderurgia

Antes y después, desde «Transbase». Arriba, las baterías vistas a través de la escultura «Transbase», de Juan Genovés, instalada en el Niemeyer en 2019, antes de los derribos. Sobre estas líneas, el estado actual. | Á. G. / R. S.

Antes y después, desde «Transbase». Arriba, las baterías vistas a través de la escultura «Transbase», de Juan Genovés, instalada en el Niemeyer en 2019, antes de los derribos. Sobre estas líneas, el estado actual. | Á. G. / R. S. / Saúl Fernández

Saúl Fernández

Saúl Fernández

El derribo de uno de los dos gasómetros de baterías de coque el pasado 25 de enero ha puesto fin al período "de las grandes voladuras y demoliciones de la planta de Avilés", se lamentan en la asociación patrimonialista Hispania Nostra. "No queda ninguna batería de cok, ninguna torre de carbón o apagado, el taller mecánico es irrecuperable y tampoco se conservan ya los edificios auxiliares, oficinas ni maquinaria. Solo pervivirán, del amplio conjunto, un gasómetro y el edificio de almacén", añaden. Por esto, el colectivo que trabaja desde hace casi medio siglo en la defensa, promoción y puesta en valor del patrimonio cultural y natural ha incluido a la coquería avilesina en su "Lista Negra", la que incluye "todos los bienes que han sido retirados de la ‘Lista Roja ‘al haber desaparecido o haberse alterado sus valores esenciales de manera irreversible". El colectivo que preside la académica de Bellas Artes Araceli Pereda defiende estos elementos porque los considera "vector de desarrollo social y económico".

Las baterías de coque entran en la "Lista Negra" de patrimonio irrecuperable

Las baterías de coque entran en la "Lista Negra" de patrimonio irrecuperable / Saúl Fernández

La empresa pública Sepi Desarrollo Empresarial (Sepides) es la propietaria de los terrenos de las antiguas baterías y ha sido la que ha encargado el derribo de casi todos sus elementos histórico-patrimoniales. Lo ha hecho así porque busca desarrollar en el suelo liberado un proyecto industrial "líder de la región, especializado y de calidad, que va a contar con la certificación ‘Verde de Polígonos’, un valor añadido y diferenciador, alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030". Y añade: "En nuestro compromiso con el desarrollo sostenible, el parque contará con sistemas para la reducción de consumo de agua, ahorro de energía, aplicación de energías alternativas, entre otras medidas a adoptar".

La "Lista Negra" de elementos patrimoniales asturianos en el Principado se engorda ahora con baterías. Pertenece a ella desde mayo de 2022 la iglesia de San Andrés, en la parroquia salense de Linares, un templo cuyas primeras noticias llegan del siglo XII y que ahora está semiderruido y comido por la vegetación.

La "Lista Roja" –donde estuvo la coquería hasta esta semana– es una advertencia de grado menor a la "Lista Negra". Explican en Hispania Nostra que este escalón es "una llamada a la acción para evitar que nuestra herencia se pierda y pase a la ‘Lista Negra’" y, por el contrario, se recupere y forme parte de la ‘Lista Verde’".

En Asturias hay 32 elementos patrimoniales incluidos en ella: dos de ellos, en la comarca de Avilés. Se trata del chalé del puente de Villalegre y la ermita de Santa Apolonia y San Roque, en la linde de los municipios de Avilés y Corvera.

En Allande, por ejemplo, está el palacio de Cienfuegos de Peñalba. En Tineo, concretamente, en Obona, la iglesia de Santa María la Real.

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