La "enorme tarea" de Servicios Sociales: 11.500 expedientes para 18 trabajadoras

La nueva responsable del área, Nuria Rodríguez, sostiene: "La pobreza se hereda, pero se puede salir de ella; fue especialmente duro en pandemia"

Nuria Rodríguez, nueva responsable de los Servicios Sociales municipales.

Nuria Rodríguez, nueva responsable de los Servicios Sociales municipales. / M. Villamuza

Marián Martínez

Marián Martínez

Los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Avilés tienen sobre la mesa 11.579 expedientes, de personas individuales y familias que son atendidas por 18 trabajadoras sociales y dos equipos especializados, uno en atención a familias y otro psicosocial, que se centra en adultos con especiales dificultades y que necesitan apoyo continuo, como quienes padecen problemas de salud mental o discapacidad grave, por poner algún ejemplo. Son, de alguna manera, las guardianas del bienestar de quienes necesitan ayuda, y a cambio apenas reciben reconocimiento social alguno.

Nuria Rodríguez es la nueva responsable de Servicios Sociales, un área al que se lleva dedicando profesionalmente desde hace dos décadas. Con ella se aborda un relevo generacional en el que savia nueva aplicará los nuevos conocimientos ayudadas por la experiencia de las veteranas, que conocen al dedillo las distintas problemáticas. Sin ir más lejos, su nueva responsable conoce hasta tres generaciones distintas de una misma familia.

Y es que la pobreza se hereda, afirma, "pero se puede salir de ella". El problema es que "la pobreza está ligada a muchos aspectos, no solo a la económica, sino también a la educación, que es el camino más seguro para salir de ella". Entra aquí otro condicionante: el entorno. Pero Nuria Rodríguez quiere mantener el espíritu positivo: "se puede, hay casos, ejemplos, pero requiere mucho esfuerzo y mucho apoyo".

Para conseguir esa integración, los Servicios Sociales trabajan en red con otros departamentos: empleo, educación, vivienda, sanidad... Por eso se establece un itinerario, un plan de trabajo con la persona, con una condición: tiene que asumir su responsabilidad. Porque su trabajo es acompañar, no tutelar, insiste la jefa de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Avilés. Excepto, claro, que haya menores o personas dependientes a cargo de quien solicita ayuda, que entonces sí pueden intervenir.

Un ejemplo exitoso de esos planes de trabajo y acompañamiento es el programa europeo Housing First, en el que personas que llevan tiempo sin hogar entran en una vivienda. "Cualquier persona, en cualquier momento, se puede ver al otro lado, donde nunca se imaginó. Y lo primero que un ser humano necesita es tener dónde vivir. Está demostrado que sus circunstancias empiezan a mejorar a partir de ese momento, porque les hace sentir una seguridad y que pueden conseguir reinsertarse. El sinhogarismo es la forma de exclusión social más extrema", asevera Nuria Rodríguez.

Uno de los hándicaps con los que tienen que convivir los equipos de Servicios Sociales es la angustia con la que muchas personas acuden a buscar ayuda. "Fue especialmente duro en la crisis económica, y también en la pandemia, con los inmigrantes irregulares. Pero, sobre todo, en la crisis empezaron a llegar muchas personas con una enorme angustia porque nunca pensaron que se pudieran ver en los Servicios Sociales, lo vivían con vergüenza, y no tiene por qué ser así. El problema es que estas ayudas nacieron de la beneficencia, y siempre se ligó a la pobreza, cuando en realidad lo que hay que pensar es que es fantástico que haya ayudas para apoyar en el momento en que hace falta. Porque nuestro objetivo no es que estos apoyos sean permanentes, sino puntuales, mientras se atraviesa una situación complicada de la que se puede salir", razona Nuria Rodríguez.

Las áreas en las que trabajan las especialistas de Servicios Sociales municipales en Avilés son múltiples, desde las que se encargan a tramitar ayudas a la vivienda, o de Dependencia, hasta las que acompañan a pie de calle a personas y a familias enteras, la mayoría de ellos con menores a su cargo, para que puedan superar sus dificultades.

"Necesitamos más reconocimiento. Somos un poco cajón de sastre de otras administraciones. Cualquier cuestión que surge, si no hay disponibilidad de personal para tratar esos problemas, nos cae a las trabajadoras sociales. Y nuestro papel es de acompañamiento, de información, valoración y atender a situaciones de vulnerabilidad", explica Nuria Rodríguez.

Tanto es así que el concejal del área, Agustín Medina, anunció la elaboración de una guía de servicios actualizada con dos objetivos: que los avilesinos conozcan todos los servicios que están a su disposición y fijar cuáles son los cometidos de esta área tan compleja.

Las iniciativas que se están planteando en esta nueva era de relevo generacional son múltiples, desde acercar la cultura a quienes nunca han visto una obra de arte, hasta buscar fórmulas para inscribir en el padrón a inmigrantes irregulares para ayudar a que puedan intentar un plan de vida e integración. "La tarea es enorme y las ideas muchas. Vamos a ir poco a poco, pero con la intención de ir avanzando en todas las áreas", asegura el concejal.

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