AdZ Tecnología investiga para Azsa nuevos procesos y materiales que ahorren en luz

El centro de I+D de Asturiana de Zinc, líder mundial, moviliza con sus proyectos a decenas de empresas y cientos de empleos en la región

Imagen de parte de la nueva nave de electrolisis construida en San Juan de Nieva, con una cabina de control de producción al fondo.

Imagen de parte de la nueva nave de electrolisis construida en San Juan de Nieva, con una cabina de control de producción al fondo.

Marián Martínez

Marián Martínez

AdZ Tecnología es la división de investigación, desarrollo e innovación (I+D) de Asturiana de Zinc (Azsa). Líder mundial en su campo, especialmente en la eficiencia del carísimo proceso de electrolisis, dedica parte de su trabajo a conseguir que la planta ubicada en San Juan de Nieva sea la más eficiente del mundo con una considerable reducción de la factura energética. Pero no solo eso. La comercialización de su tecnología le lleva a ejecutar proyectos por todo el mundo, tanto para Glencore –grupo al que pertenece Azsa– como para clientes externos, lo que la convierte en tractora de decenas de empresas y cientos de trabajadores de toda Asturias que viajan de su mano por el mundo.

El equipo multidisciplinar de AdZ Tecnología, dirigido por Ricardo Sánchez, lo integran más de una veintena de profesionales de los más diversos ámbitos: ingenieros, químicos, diseñadores, delineantes... "La tecnología de Azsa es probablemente la mejor del mundo y abarca la totalidad del proceso productivo para que sea lo más eficiente posible. Es más, una parte importante de los procesos que se utilizan en el sector del cinc en todo el mundo están basados en la tecnología que desarrollamos aquí, en Asturias", explica el directivo.

Precisamente en busca de esa eficiencia se trabaja para reducir la factura eléctrica. El 80% del consumo energético de Asturiana de Zinc –miles de millones de kilovatios al año– corresponde al proceso de electrolisis. Y eso que AdZ Tecnología ya ha desarrollado e implantado un proceso más eficiente y altamente automatizado para lograr un mayor rendimiento y un menor mantenimiento, lo que redunda en un ahorro de costes para la planta asturiana.

Ricardo Sánchez, Cristina Fernández, Ignacio Castellano, Javier Carrasco y María José Maneiro.

Ricardo Sánchez, Cristina Fernández, Ignacio Castellano, Javier Carrasco y María José Maneiro. / Mara Villamuza

"Son muchos los factores que pueden determinar el rendimiento energético de la electrolisis", asegura Ricardo Suárez sin concretar en qué se centra el proyecto actual. Sí confirma uno de los factores clave que juega a favor del centro de I+D de Azsa: las pruebas se realizan en casa. "Trabajamos siempre de la mano con la planta de producción, de tal manera que toda nuestra tecnología se prueba antes de comercializarla para asegurarnos que ofrecemos la máxima calidad y rendimiento. Eso es lo que nos permite ser líderes mundiales en nuestro ámbito", explica el director de AdZ Tecnología.

La prueba de ese liderazgo como tecnólogo de referencia mundial son los megaproyectos que ha ejecutado en más de una veintena de plantas en cinco continentes: Estados Unidos, Canadá, México, Perú, Brasil, Japón, Rusia, Polonia, Bulgaria, Noruega, Alemania, Italia, Australia, India, Kazajistán, Sudáfrica y Namibia, solo por poner algunos ejemplos.

En el verano de 2022 se puso en marcha en San Juan de Nieva la nave E de electrolisis, que reemplazó a las A y B, que databan de 1960 y 1974, respectivamente. La inversión superó los 100 millones de euros y la capacidad de producción aumentó hasta la 248.000 toneladas al año de cátodos. A partir de ahí vinieron más proyectos, para Glencor, y para la competencia.

En la actualidad, AdZ Tecnología ejecuta una reforma en profundidad para una planta en Canadá propiedad del grupo al que pertenece, y construye otra similar a la de San Juan de Nieva para el grupo Bolidden Oda en Noruega, aunque de menor capacidad. Estos proyectos incluyen desde el asesoramiento inicial hasta la puesta en marcha, pasando por el diseño, la fabricación de los equipos, el suministro y el montaje.

Vista aérea de la planta de Asturiana de Zinc en San Juan de Nieva.

Vista aérea de la planta de Asturiana de Zinc en San Juan de Nieva. / Imagen cedida por Azsa.

La venta de tecnología a terceros supone la firma de unas cláusulas contractuales que incluye una licencia solo de uso, y únicamente para ejecutar en aquellos países donde se respeta y cumple la literalidad del contrato para preservar la patente y marca de la tecnológica.

Pero si quienes conforman AdZ Tecnología están orgullosos de su liderazgo mundial, lo están en la misma medida o más de su potencial tractor para pequeñas y medianas empresas de toda Asturias. Tanto es así, que algunas de ellas se han internacionalizado gracias a este centro de I+D.

"Me produce una enorme satisfacción que nuestros proyectos contribuyan activamente a que otras empresas se hayan consolidado en los mercados nacional e internacional, porque eso implica estabilización y creación de empleo en distintos ámbitos, desde la ingeniería hasta la fabricación de equipos y la construcción. Porque no es solo que se impulse a nuestras subcontratas, es que éstas a su vez tienen otras. Es una cadena que genera empleo y riqueza a cientos de personas. Entendemos que como gran compañía debemos aportar a la sociedad, y que un departamento tan pequeño movilice tanto es muy gratificante", asevera el director de AdZ Tecnología.

Esa intensa relación con otras empresas también se traslada a los centros tecnológicos, y en concreto a Idonial, en el Parque Tecnológico Isla de la Innovación, especializada en la investigación y desarrollo de nuevos materiales. "La colaboración es fundamental para que todos, empresas y sociedad, nos beneficiemos", remarca Ricardo Sánchez.

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