Prólogo de las fiestas religiosas

"Si aspiramos a la excelencia de Avilés, hay que dejar las individualidades", defiende el pregonero de la Semana Santa de Avilés

Benjamín Lebrato anima a los cofrades a volcarse en la celebración de la Pasión para obtener el reconocimiento nacional

Lebrato, durante la lectura de su pregón.

Lebrato, durante la lectura de su pregón. / Ricardo Solís

S. F.

Al editor Benjamín Lebrato le tocó ayer cambiar las bambalinas por las que acostumbra a caminar por el escenario: todas las miradas del auditorio a rebosar de la iglesia de San Nicolás estaban puestas sobre él y sobre el púlpito. Fue el pregonero de la Semana Santa avilesina: "Hemos esperado un año entero para despertar de nuevo el interés de los creyentes. Ya quedan pocos días para que las túnicas invadan las calles de Avilés y por ello os llamo a compartir la gloria efímera, el sufrimiento de la Pasión, el silencio estremecedor, el respeto de la muerte, el dolor y la soledad…", dijo. Y un poco más adelante, advirtió: "No podemos conformarnos con siete días de Semana Santa, sed santos todas las semanas del año y construid un mundo mejor, con la ayuda de Dios". Y pidió a los Hermanos Mayores: "Sed el ejemplo a seguir por vuestros cofrades".

El pregonero de la Semana Santa, Benjamín Lebrato, en el centro, a la izquierda, junto a Carlos Mora, presidente de la Junta de Cofradías. | Ricardo Solís

Aspecto de la iglesia de San Nicolás, ayer, durante la lectura del pregón. / Ricardo Solís

El prólogo de la Pasión avilesina fue un encuentro de autoridades –tres de los cuatro grupos municipales mandaron representantes, el gobierno municipal, a Raquel Ruiz, que es la concejala de Turismo, la más implicada en el trabajo que se ha propuesto alcanzar la Junta de Cofradías: el reconocimiento de la fiesta como de Interés Nacional–. El padre Alfonso López Menéndez presidió el oficio litúrgico que siguió a la lectura del pregón, pero antes de que sucediera esto señaló al auditorio que llenó su iglesia, la principal de la villa: "Hay algo en Avilés que despierta el interés nacional y no es la ciudad, es lo que hacen sus vecinos, todos juntos. Tenemos que hacer una Semana Santa de todos y para todos", destacó.

Lebrato: «Si aspiramos a la excelencia de Avilés, hay que dejar las individualidades»

Benjamín Lebrato y CArlos Mora, ayer, a la entrada de la iglesia de San Nicolás. / Ricardo Solís

Lebrato ahondó en esta idea: "Si queréis que vuestras cofradías y hermandades tengan un gran futuro, es ahora el momento de trabajar para ello. Soy conocedor de que lo hacéis, que lo lleváis haciendo hace muchos años, pero ahora más que nunca tenéis que darles ejemplo de humildad, de sufrimiento, de generosidad, de comprensión, de respeto, de saber estar… ellos serán vuestro reflejo en un futuro".

El pregonero rechazó los excesos: "Hay que ser humildes y trabajar para el conjunto y lo que podamos hacer en nuestras entidades será para el beneficio de todos, de Avilés y de su Semana Santa. Si aspiramos a la excelencia, tenemos que procesionar juntos y dejar atrás las individualidades. Tenemos que mantener y llevar el espíritu de la fe en las procesiones, porque no hacemos desfiles", destacó.

Lebrato asumió el protagonismo y los focos de ayer a mediodía en su calidad de presidente de la cofradía de "El Bollo". Carlos Mora, el presidente de la Junta de Cofradías, explicó que el pregonero "participó en tertulias con personas que le despertaron en Lebrato el amor por su villa natal y justamente eso es lo que hace ahora", dijo.

Precisamente, esta idea la confirmó el pregonero: "El encargo recibido de la hermandad ‘El Beso de Judas’ me llenó de alegría y al mismo tiempo de gran responsabilidad. Esta hermandad, que fue la última en incorporarse a la Semana Santa avilesina, es la primera que reconoce la labor de la centenaria cofradía ‘El Bollo’ en mantener las tradiciones y costumbres de Avilés". Y dijo que en 1983 César Blanco, Ramón Luis García González-Cuevas, Sixto Rodríguez del Valle, Jesús Cedrón, José María León, Claudio López Arias, Antonio María García y Rodríguez del Valle, Víctor Urdangaray y José Alfredo García, entre otros, propusieron a Ángel Garralda –el anterior cura de San Nicolás–, la recuperación del pregón de la Semana Santa, que solo se había leído en los cincuenta y en 1966 y 1967.

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