El Hospital de Avilés inicia el año a tope: casi toda las camas ocupadas y una media de 198 urgencias atendidas cada día

Los enfermos pasan, de media, cinco días ingresados en planta y los cirujanos realizaron 1.332 operaciones entre enero y febrero

Entrada principal del Hospital Universitario San Agustín. | Luisma Murias

Entrada principal del Hospital Universitario San Agustín. | Luisma Murias / Myriam MancisidorM. M.

M. Mancisidor

El Hospital Universitario San Agustín ha empezado el año a pleno rendimiento: durante los meses de enero y febrero, el complejo sanitario avilesino de cabecera ha mantenido casi todas sus camas de hospitalización –más de cuatrocientas– ocupadas. Los pacientes pasaron, en este tiempo, una media de cinco días ingresados. Del total de ingresos registrados –1.638 en enero y 1.429 en febrero– algo más de mil del último mes fueron urgentes y alrededor de cuatrocientos programados, según los datos a los que ha tenido acceso este diario. Entre otras patologías están las infecciones respiratorias, que siempre que llega el invierno agravan sobremanera la salud de los enfermos respiratorios crónicos. También explica las cifras el incremento de la actividad quirúrgica: en los dos primeros meses del año se realizaron 1.332 operaciones, 67 en horario vespertino.

El importante volumen de trabajo no ha afectado únicamente a las plantas de hospitalización. Por el servicio de Urgencias han pasado una media de doscientos pacientes al día en los primeros compases del año. Como dato: de las 5.753 urgencias atendidas en febrero solo 1.150 fueron derivadas por los profesionales de Primaria. La cifra coincide con el número de ingresos desde Urgencias, que fue de 1.027 el mes pasado.

También ha sido importante la actividad en lo que va de año en hospitalización a domicilio, con 567 visitas de médicos y 723 de enfermería. Y la registrada en el hospital de día quirúrgico. Por ejemplo, en Oftalmología se realizaron 201 tratamientos entre enero y febrero y algo más de cien en el servicio de Ginecología.

Lista de espera

En cuanto a la lista de espera quirúrgica, a finales de febrero había un total de 2.801 enfermos pendientes de pasar por el quirófano. De estos, 138 figuran con demoras superiores a los seis meses, 717 con esperas de entre tres y seis meses y 1.946 con esperas de hasta tres meses.

En cuanto a la actividad en consultas externas, el año ha comenzado también con importante actividad asistencial. Entre enero y febrero se registraron en el centro sanitario avilesino casi 40.000 consultas, mayoritariamente en horario de mañana. De estas, unas diez mil fueron primeras consultas y, el resto, de seguimiento. En el caso de consultas externas la lista de espera afectaba a finales de febrero a 14.449 pacientes, 12.050 de ellos sin citar y 2.399 citados. La demora media para estos enfermos es de algo más de 85 días, siempre según los datos facilitados a este diario.

Respecto a la actividad de radiodiagnóstico cabe destacar que solo en los dos primeros meses del año se realizaron 26.013 pruebas, de las cuales 961 fueron resonancias, una de las más demandas por los especialistas de distintas áreas para el diagnóstico de enfermedades. y más de medio millar mamografías.

Partos

Un total de 87 mujeres dieron a luz a 88 bebés (un parto fue múltiple) entre enero y febrero de este año, cuarenta y cuatro cada mes. La previsión, en este caso, es llegar a fin de año con 601 nacidos, una cifra ligeramente superior a la registrada en 2023, con 597 bebés alumbrados en el Hospital Universitario San Agustín. En el Hospital Universitario San Agustín el mejor año de referencia fue 1977, con 2.207 bebés; a partir de ahí comenzó el descenso hasta llegar a los 820 que nacieron en 2000 y con los que la natalidad avilesina parecía tocar fondo. Ahora los nacidos rondan los setecientos, y por cada niño que ve la luz en Camino de Heros se estima que fallecen dos personas. Las dificultades para tener hijos son conocidas, según los expertos en demografía: desempleo, estabilidad laboral tardía o falta de medidas para apoyar la natalidad y la conciliación laboral y familiar de los padres, entre otras. A esto hay que sumar la incertidumbre económica, un factor que dilata la toma de decisión sobre la procreación.

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