Xana y Xanina, el orgullo de ser avilesinas

Las reinas del Bollo y sus damas de honor reciben las bandas para representar a una ciudad "ejemplo de convivencia"

Marián Martínez

Marián Martínez

Las centenarias fiestas del Bollo de Avilés, declaradas de Interés Turístico en 1972, ya tienen reinas. La Xana y la Xanina, y sus doce damas de honor, recibieron ayer en el Salón de Recepciones del Ayuntamiento las bandas con las que se reconocen sus títulos. Lo hicieron arropadas por los acordes, al violín, de "Cuando yo fui a Covadonga". Un acto institucional que marca el primer paso hacia uno de los festejos más importantes y singulares de la ciudad.

Los nervios de las protagonistas estaban a flor de piel, como reflejaban sus rostros cuando desfilaban por la calle San Francisco camino del Consistorio con sus trajes de asturianas y acompañadas por el grupo "Pandereteras Caparines". En la puerta del Ayuntamiento las esperaban la alcaldesa, Mariví Monteserín, la concejala de Festejos, Sara Retuerto, y la cronista oficial de la villa, Pepa Sanz, para recibirlas. Y arriba, en el Salón de Recepciones, además de miembros de la Corporación, las familias de las estrellas del acto, móvil en ristre para fotografiar y grabar el acontecimiento.

La Xana, la Xanina y sus respectivas seis damas de honor fueron elegidas por sorteo hace una semana entre una treintena de aspirantes. Y ayer, por fin, llegó el gran día, cargado de emociones.

Como la asturianía y la música van de la mano en estas tradicionales fiestas del Bollo, con las que la ciudad da la bienvenida a la primavera, el acto comenzó con la interpretación de "Agarrao de piñera abaxo y suelto allarán".

A continuación se procedió a la imposición de las bandas a cargo de la Alcaldesa, la edil de festejos y la cronista oficial de la villa. Se comenzó por la Xanina y sus damas de honor en orden ascendente, de la sexta dama de honor hasta la reina infantil. La media de edad este año es un año menor que en 2023. Así, una a una se les fue llamando: Valentina Parra Fernández, sexta dama de honor (9 años); Lucía López Nevado (9); Carla Fernández Molina (9); Carmen Peláez Fernández (10); María Blanco Fernández (9); Valeria Calvo Luque (9), y la Xanina, Valeria Carrasco Abeijón, también de 9 años.

A continuación le llegó el turno a las jóvenes, que este año tienen de media de edad un año más que la de la anterior edición. Se comenzó también por la sexta dama de honor, Naiara García González (14 años); Lucía López Nevado (18); Lucía Ruiz Martínez (13); Lucía Sarille Pérez (16); Ainhoa Chao Suárez (18); Ariadna Martín Enjuto (16), y la Xana, Alba Rebollar Llana (15 años).

La alcaldesa, Mariví Monteserín, recordó que las fiestas del Bollo tienen su origen en el siglo XIX, y "simbolizan el espíritu de conciliación que identifica a los avilesinos y avilesinas a pesar de las diferencias que puedan surgir en el día a día". Significan, además, la celebración de "la llegada de la primavera, y por lo tanto, el final del invierno, de alguna manera la fuerza de la vida, la alegría del nuevo tiempo y la renovación permanente que tanto identifica a Avilés". Y "nadie mejor para simbolizar la fuerza de la vida que nuestras xanas y xaninas, que reflejan la pujanza de la juventud avilesina".

Monteserín les recordó que el honor y la responsabilidad que adquirían, porque durante las fiestas "ejercéis la representación" de la ciudadanía avilesina. Les explicó que las carrozas "evidencian el compromiso con que las asociaciones vecinales y entidades de la ciudad se esfuerzan por representar a sus vecinos", mientras que la Comida en la Calle "representa el auténtico significado de convivencia, el espíritu solidario, fraternal y de entendimiento que identifica a estas fiestas". Y las instó a sentir "orgullo de ser avilesinas", porque "ninguna otra ciudad ha convertido la convivencia, la solidaridad, la tolerancia y el entendimiento en los valores y en el principal motivo de fiesta". Por eso "Avilés es un ejemplo".

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