Jesús Cautivo llena y «emociona»: así ha sido la procesión del Lunes Santo

Maniatado y sobre un paso cargado de claveles rojos y statices moradas. La imagen de Cristo sale del templo de San Antonio de Padua de manos de los cofrades de Jesús de la Esperanza para emprender la procesión, la de Lunes Santo, y comenzar así el relato bíblico que se emula cada Semana Santa. El episodio que los cofrades de caperuza verde y hábito blanco mostraron ayer se refiere al Jesús Cautivo, nada más ser apresado en el monte de los Olivos. «Es ilusionante este momento, es mi primer paso como párroco», señaló Luis López Menéndez, sacerdote de San Antonio de Padua desde el pasado verano. El párroco destacó el impulso de la Semana Santa avilesina y sus aspiraciones para convertirse en fiesta de interés turístico nacional. La lluvia estaba en constante amenaza durante toda la procesión pero dio tregua y permitió la celebración del paso, eso sí, el frío era palpable, como lamentaban algunos feligreses que aún así no se quisieron perder la salida del templo. 

La procesión comenzó puntual, a las 20.30 horas. Los tambores de Jesús de la Esperanza abrían paso primero con un golpeo de baquetas. Los miembros de la hermandad esperaban en silencio en el tramo final de La Ferrería, mientras otro grupo intentaba sacar el paso del interior del templo. Ya con el Cristo de Medinacelli en la campa de la iglesia de la plaza Carlos Lobo, los veteranos de la Armada, la asociación «Lepanto», y una representación de los boinas verdes, los COE 71, hacían de escoltas de Jesús Cautivo junto al también veterano de la Legión Luis Antonio Rodríguez. 

Los tonos verdes y blancos de los atuendos de Jesús de la Esperanza inundaban la escena, plagada de feligreses a ambos lados del recorrido. «Los que van de rojo son de la hermandad Jesús Cautivo, de Oviedo», señalan un grupo de avilesinos, fieles a la procesión de Lunes Santo. Rufino Arrojo, que es el hermano mayor de Jesús de La Esperanza, corrobora su presencia y la colaboración entre ambas cofradías desde 2022: «Ellos vienen hoy y nosotros vamos el Jueves Santo a Oviedo». 

La presencia de religiosos fue notable. Además del párroco Luis López Menéndez, varios miembros de la orden terciaria de los franciscanos, la seglar, continuaron la procesión a la que al final se sumaron decenas de feligreses. 

El paso congregó a cientos de personas ya en Carlos Lobo y en la parte baja de La Ferrería había paseíllo, que se mantuvo durante la calle La Muralla, donde los avilesinos y también algunos turistas admiraban con sus ojos y sus móviles la segunda de las procesiones de la Semana Santa local tras La Borriquilla de Ramos. En La Cámara otro tanto de lo mismo, feligreses abrigados que no querían perderse detalle de la procesión de Jesús Cautivo. «A mí es la que más me gusta», le dice un niño a su madre unos metros antes de que la comitiva encarara la calle La Cámara y continuara después por La Fruta, un pequeño tramo por San Bernardo para llegar después a La Ferrería para finalizar en San Antonio de Padua.