El play-off pasa por el Suárez Puerta: el análisis de la situación del Avilés

La derrota del Avilés ante el Zamora ha supuesto el punto y final a una racha gloriosa para los blanquiazules. Y es que, hasta enfrentarse a los rojiblancos, los avilesinos llevaban desde el 19 de noviembre, en el partido ante el Rayo Cantabria, sin caer en su feudo. El Román Suárez Puerta se ha convertido en un fortín para los intereses del Avilés, que necesita dar su mejor versión en casa para seguir soñando con el quinto puesto, ese lugar que le llevaría al gran objetivo que tiene ahora mismo: colarse en play-off.

El partido de este domingo, eso sí, estuvo lejos de ser el más cómodo para los blanquiazules. El Zamora llegó a la villa del Adelantado con una misión, amarrar los tres puntos de cualquiera de las maneras. Por eso, tras el tempranero tanto de Luismi, los rojiblancos se focalizaron más en perder tiempo, tirarse al suelo y cortar el juego antes de lanzarse a buscar el tanto de la sentencia. El Avilés, tras mostrar su poderío goleador en los dos últimos encuentros en casa, parecía maniatado, incapaz de encontrar el recoveco que llevase a sus delanteros a plantarse en el área e igualar el encuentro. Tras endosarle cuatro tantos al Coruxo y dos al Oviedo Vetusta, los avilesinos no fueron capaces de destapar el tarro de las esencias, para así encontrar una genialidad con la que tumbar el muro zamorano.

Y esa incapacidad de hacer daño a pesar de tener el control de los encuentros fue parte de lo que condenó al Avilés a principio de temporada. Porque los gestos de rabia y frustración de Natalio o Claudio ya se vieron al arrancar la campaña, cuando los blanquiazules dominaban el tempo del partido, pero no eran capaces de darle la estocada final a sus rivales. Ahora que el equipo afronta un tramo de la temporada es clave darle la vuelta a esas sensaciones del pasado, para así tratar de recolectar la mejor cosecha posible en los cuatro próximos encuentros.

Para eso volver a conseguir que el Suárez Puerta se convierta de nuevo en una fortaleza cobra especial importancia. Y es que por territorio avilesino tienen que pasar en las próximas jornadas el Marino, equipo de la zona baja de la tabla; el Covadonga, conjunto que, aunque esté presentando pelea podría llegar a la cita matemáticamente descendido; y el Ourense, equipo que para esa jornada puede haber decidido ya si disputa el play-off como segundo o termina la temporada como campeón. A priori son rivales ante los que los blanquiazules deben de sacar una gran recompensa, para así recuperar la fortaleza que han tenido en casa durante un gran tramo de temporada y, con ello, seguir soñando con colarse en los puestos de play-off, zona donde no han estado todavía.

Además, con el paso de las jornadas el Suárez Puerta está viviendo un mejor ambiente, algo que ha comentado Sánchez Murias, y ahí puede estar otra de las claves para acabar metiéndose en el codiciado quinto puesto. Los blanquiazules suman dos encuentros consecutivos congregando a tres mil personas en el campo, un aspecto diferencial respecto al resto de equipos de Segunda Federación, y ese apoyo puede llevar al equipo en volandas en los tramos más complicados de los partidos que quedan. Si los blanquiazules recuperan la solidez de su feudo, unido a la comunión con la grada, hay motivos más que suficientes como para pensar que el Avilés puede terminar la temporada en el ansiado quinto puesto.

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