Marga González | Cantante de «Tekila», mañana inicia en Corvera la gira del 20.º aniversario

La orquesta "Tekila" cumple 20 años y prepara un show "bestial": lo cuenta Marga González, su vocalista

"En cierto modo ejercemos como psicólogos, la gente va a las fiestas a divertirse y evadirse de sus problemas y nosotros le ponemos la música"

Marga González, cantante de Tekila

Marga González, cantante de Tekila / Miki López

Noé Menéndez

Noé Menéndez

Suena "La Morocha" en el local de ensayo donde los integrantes de "Tekila" perfilan los últimos detalles de su nuevo repertorio. Y es que una de las orquestas más importantes de Asturias tiene por delante uno de los veranos más especiales de su historia; el grupo cumple 20 años y para celebrarlo por todo lo alto tienen planeado reventar las fiestas de prao con un show que promete dejar con la boca abierta a los espectadores. Marga González, cantante y líder de "Tekila", hace una pausa para atender a LA NUEVA ESPAÑA. Ilusionada con lo que tiene por delante y con una sonrisa de oreja a oreja, la riosana promete un show que el público tardará en olvidar.

–Tekila abre mañana en Corvera la gira del vigésimo aniversario. ¿Cómo se siente?

–Tengo muchísima ilusión y mucha adrenalina en el cuerpo que necesito soltar. Y, a la vez, un montón de nervios. Tanto yo como todo el equipo tenemos muchísimas ganas de abrir la nueva temporada y disfrutar del montaje y el repertorio nuevo.

–¿Qué novedades habrá este año?

–Mucho no puedo contar, porque quiero que el público vaya a nuestras actuaciones y lo vea con sus ojos. Vamos a sacar un súper montaje, el mayor de "Tekila" en estos 20 años. Además, tendremos un repertorio muy actual y a la vez "muy de antes", porque nunca nos olvidamos de que nuestro público es muy diverso. Queremos que el público más veterano también asista a nuestras fiestas y disfrute; por eso, cumbias y pasodobles no pueden faltar.

–¿Cómo cree que va a ser la acogida del público este año?

–Creo y espero que sea como hasta ahora. El público siempre nos brinda mucho cariño y apoyo, no solo en las fiestas, sino en las redes sociales o cuando nos ven por la calle. Nos sentimos queridos.

–Y ese cariño popular, ¿en qué se traduce?

–De ahí viene lo del "tekilazo", porque a donde íbamos siempre se llenaba. Es algo que a día de hoy nos sigue sorprendiendo. Nuestra vitamina es el público, levantas el telón, ves el prao de la fiesta lleno y te sale fuego del cuerpo. Aparte de lo bueno, también es una responsabilidad. Hemos conseguido que a una fiesta que a lo mejor iban dos mil personas asistan cinco mil y, claro, tenemos que dar la talla.

–¿Cuándo empezó su carrera en la música pensó que algún día llegaría a este punto de fama y reconocimiento?

–Jamás. Yo empecé tocando el acordeón en cajas de tractores debajo de los hórreos. Alguna vez tocaba alternando con orquestas, veía sus trailers, tan monumentales, y me quedaba mirando para ellos embobada. Solo pensaba que yo quería llegar a eso. Para estar donde estoy hay mucho trabajo y respaldo familiar detrás. Cuando ves que tu sueño, uno de ellos, el que más me llena profesionalmente, se cumple es muy gratificante. Trabajar en lo que te gusta es un privilegio. Gracias a mi trabajo y al de Roberto Outes (representante del grupo) y al apoyo de la familia y de todo el equipo lo hemos conseguido.

–¿Se siente lo mismo ahora que cuando empezó en los escenarios?

–Mira que han pasado años, pero yo sigo con los mismos nervios cuando sube el telón. Creo que nunca se me van a pasar y siempre digo que el día que se vayan me retiraré. La sensación que tengo, y creo que mucha gente de nuestro mundo lo comparte, es que dan igual los problemas o los dolores que tengas. Sabes que en el momento que el telón abre estás por y para el público. A los abajo no les importa tus problemas, esa persona necesita ser feliz y viene a sacar sus problemas de la cabeza. Prácticamente ejercemos como psicólogos. La gente va a una fiesta y espera divertirse; les tocas las canciones que a ellos les gustan y cantas con ellos. Así consiguen evadirse. No nos mezclamos con el público porque, lógicamente, unos tienen que estar arriba y otros abajo, pero si no estaríamos mezclados con la gente.

–Se cumplen 20 años de "Tekila". ¿Cómo empezó todo?

–El primer verano de "Tekila" fue increíble. Éramos uno de los grupos punteros, porque yo toco el acordeón y en aquel momento no se veía ninguna chica en esa faceta. La primera fecha que hicimos en Asturias, en Ujo, éramos dos cantantes, nada más, Mario Álvarez, actual cantante de "Panorama", y yo. El primer año lo tiramos así. Teníamos muchísima energía, lo mismo de ahora pero más jóvenes y con más fuerzas para saltar. Trabajábamos muchísimo en Galicia, en Asturias no nos conocía absolutamente nadie. Todo era Galicia de primeras.

–¿Y cómo fue la conquista de la "tierrina"?

–Roberto Outes empezó a ser el representante del grupo y nos "movió" por Asturias. Le costó mucho trabajo ofrecer un producto que nadie conocía en Asturias. Lo entiendo, porque es difícil confiar en algo que no sabes cómo puede salir. Por eso estoy muy agradecida a las primeras comisiones que confiaron en "Tekila", porque gracias a ellas pudimos mostrarnos y llegar a más lugares.

–El boom definitivo llegó con las primeras apariciones en televisión.

–La televisión nos ayudó muchísimo porque hay muchas personas que, por desgracia, no pueden acudir a las fiestas. Cierto es que, al final la televisión, televisión es, y no te llega a mostrar tal cual eres. Por eso, cuando nos conocen de cerca o hablan con nosotros se sorprenden con nuestra cercanía.

–¿Cómo lleva lo de ser reconocida por la calle?

–Entre bien y mal. Lo llevo bien porque, obviamente, a quién no le gusta ser querido y reconocido. Pero hay veces que lo llevo mal porque dudo cómo comportarme, por el miedo al qué dirán. Al principio esto que me afectaba muchísimo, ahora he aprendido a lidiar con ello. Yo no me creo nadie, solo soy una persona que hace música, que trabaja en lo que le gusta y que intenta divertir al público. Si hay gente que, por eso, me ve como un referente para mí es un elogio y un privilegio.

–Usted fue de las primeras mujeres que se puso al frente de una orquesta en Asturias.

–Es verdad que las mujeres en las orquestas lo tienen más complicado que los hombres. Eran como mujeres... Que a nadie le parezca mal lo que voy a decir, pero eran como mujeres florero, ¿no? Salían, cantaban y marchaban. No les dejaban ni hablar. Yo nunca hice eso. Yo tocaba el acordeón, dirigía la orquesta, hablaba... En mi caso llevo liderando la orquesta 19 años. Le dejé el timón a Dani Parrondo (actual cantante de "Tekila") un año por una lesión en la rodilla, pero ya estoy recuperada.

–¿Ser la cara visible de "Tekila", siendo mujer, es una presión extra?

–Siempre vamos a estar criticadas, porque si sale Beyoncé con un traje enseñando más de la cuenta no pasa nada, pero si sale Marga de "Tekila" enseñando un poco más de pierna se le critica. Es una lástima que no nos apoyemos más entre nosotras; pero bueno, siempre habrá alguien a quien no le vas a caer bien.

–¿Qué hace Marga González cuando no ensaya o anda de gira?

–En mi tiempo libre lo que me gusta es disfrutar muchísimo de mi gente, que por el verano no puedo. Me gusta leer, hacer deporte, hacer rutas, el mar… El mar y la playa para mí son vitamina y símbolos de paz.

–¿Después de 20 años sobre los escenarios, ha pensado ya en jubilarse?

–Rotundamente no. Sigo con la misma pasión, los años no pasan en balde pero sigo con la misma pasión y las mismas ganas.

–Y ahora, a esperar que el verano sea tan bueno como acostumbran.

–Por mí quiero tocar todos los días, de lunes a domingo. Confío en que sea un gran verano y que se llenen todas las fiestas de prao.

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