Despedida a Pilar Fontanillas en el colegio La Vallina con una carta y un poema

La muerte de la maestra del colegio luanquín deja en shock a toda la comunidad escolar

Pilar Fontanillas

Pilar Fontanillas

S. F.

"Se puso mala en Navidad y ya no la volvimos a ver", se lamentaron ayer los compañeros de la maestra Pilar Fontanillas, últimamente, en el colegio luanquín de La Vallina. Falleció en la madrugada del domingo al lunes y ayer por la tarde la despidieron los más cercarnos en la iglesia de Santa María de Luanco, localidad en la que vivía desde hacía años.

Fontanillas era tutora de tercer curso de Primaria. Precisamente, sus alumnos y sus compañeros del centro le rindieron tributo en el patio del colegio con la lectura de un poema y de una carta abierta que, entre otras cosas, decía: "Se nos ha ido una excelente maestra, entregada en cuerpo y alma a todos los niños y niñas, afortunados los que hayan pasado por su lado y hayan disfrutado de su enseñanza. Dejaste una huella en cada uno de ellos. Que tu luz siga iluminando sus caminos". Y también: "Aunque ya no estés aquí, tu influencia positiva seguirá guiando nuestras vidas. Siempre te recordaremos".

Fontanillas estaba casada con José Miguel Montero. Los dos fueron padres de Miguel y Llara Montero.

La maestra de La Vallina lo fue entre desde 2018 hasta el momento presente. Previamente lo había sido en la Canal (2010 y 2018). Y antes en otros centros. Sin embargo, su huella más profunda la dejó impresa en la capital del concejo de Gozón.

Todos querían a su maestra y, sobremanera, sus alumnos, que se juntaron en el patio cubierto del centro con la sorpresa de la marcha antes de tiempo. "Sobre todo hoy [por el primer día lectivo tras Pascua], cuando se ausencia se hizo notar más". "Hoy tu cole vuelve de vacaciones más triste, pero nos alienta la semilla que has dejado en el centro y en cada uno de nosotros", también se pudo escuchar en el tributo público a la maestra que faltará ya para siempre.

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