Festejos condiciona la ampliación de la Comida en la Calle de Avilés a la ampliación de su presupuesto

La concejala Sara Retuerto se compromete a "perfeccionar" el sistema de reservas, que este año estrenó versión telemática

Comensales ubicados para la Comida en la Calle del pasado lunes en el parque del Muelle. | Ricardo Solís

Comensales ubicados para la Comida en la Calle del pasado lunes en el parque del Muelle. | Ricardo Solís / Francisco L. Jiménez

Francisco L. Jiménez

Francisco L. Jiménez

La concejala de Festejos de Avilés, Sara Retuerto (Cambia), no se atreve a ponerle nota a las primeras fiestas del Bollo que organiza desde que asumió las competencias en la materia en junio de 2023: "La nota que la pongan los ciudadanos". Pero dice estar "satisfecha" en líneas generales del desarrollo de las actividades programadas y hace un balance "positivo" aunque no exento de lectura crítica: "Todo es mejorable y en nuestro ánimo está trabajar para perfeccionar aquello que se pueda".

¿Qué cabe mejorar? Pues a juicio de Retuerto, está claro que hay margen para hacerlo mejor –siendo un asunto complejo– en todo lo tocante al protocolo de inscripciones para participar en la Comida en la Calle. Este año se estrenó un sistema de asignación de plazas que introdujo como novedad una pre reserva telemática y eso evitó la formación de las colas que durante años depararon una imagen tercermundista: personas (algunas remuneradas por guardar la vez para un tercero) durmiendo al raso desde el día antes de abrirse la inscripción para así garantizarse disponer de sitio en los lugares más codiciados del gran mantel urbano. "Como todo lo novedoso, el sistema de reservas telemático ha tenido cosas buenas y otras quizás no tanto. Hemos tomado nota de todo y el año que viene trataremos de perfeccionarlo con los ajustes oportunos", manifestó ayer Sara Retuerto al habla con este periódico.

Novedades de esta edición como la colocación de baños públicos o la extensión de la zona de tableros para comer a la plaza Pedro Menéndez y el parque del Muelle han venido "para quedarse", asegura la edil de Festejos, "a la vista de la buena acogida popular". Sobre la posibilidad, muchas veces planteada, de habilitar nuevos escenarios para la Comida en la Calle, ya sea dentro o fuera del casco histórico, Retuerto dice estar "abierta" a todo tipo de ideas y "receptiva" al sentir de la ciudadanía, pero traza una línea roja: "Montar la Comida en la Calle cuesta dinero; en consecuencia, hacerla más grande costaría más dinero. Y el presupuesto de Festejos es el que es..." Traducido: que si el gobierno local no aumenta el dinero asignado a Festejos, será difícil hacer más panes con la masa disponible.

La concejala de Festejos pide con la boca pequeña –ya lo hizo cuando en Navidad se le recriminó la pobreza del alumbrado decorativo de la ciudad–, pero se la ve armada de argumentos para defender el incremento del presupuesto de su área: "Las fiestas aportan dinamismo, riqueza e imagen turística. Si queremos que eso vaya a más, y creo que todos estaremos de acuerdo en eso, hay que ver el dinero dedicado a Festejos como una inversión en vez de como un gasto".

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