Muere a los 69 años Álvaro Lozano Sol, exprofesor del colegio San Fernando de Avilés

Fue cofundador del festival musical "Avilés Ciudad Dylanita"

La despedida será esta tarde en el tanatorio de Avilés

ALVARO LOZANO SOL

ALVARO LOZANO SOL / Mara Villamuza

M. M. / S. F.

Álvaro Lozano Sol falleció ayer jueves a media tarde. El que fue profesor del colegio San Fernando de Avilés y “catedrático” de Bob Dylan en Asturias -fue el cofundador del festival "Avilés Ciudad Dylanita", que este año alcanza su décimo séptima edición- se despedía casi al mismo tiempo en que su equipo, el Athletic de Bilbao, surcaba las aguas del Nervión con una copa de estrena. Lozano Sol, que nació en Cuba y de muy crio llegó a Avilés, tenía 69 años. Esta tarde (17.30 horas) se oficiará la celebración de la Palabra de cuerpo presente en el tanatorio de Avilés y, acto seguido, sus restos mortales serán incinerados en la intimidad familiar.

Las muestras de cariño no se hicieron esperar. Béznar Arias, amigo de Lozano Sol, se despedía de su colega con estas palabras en rede sociales: “Hoy es un día muy triste. Nos ha dicho adiós uno de mis mejores amigos, un hermano de corazón. No le hizo falta saber cantar, ni tocar un instrumento, para interpretar a Dylan a la perfección, casi mejor que nadie. Lo sabía casi todo del viejo Bob. Álvaro Lozano Sol, con tú marcha se va el espíritu de tantos encuentros Dylanitas en Avilés; tu fuiste el impulsor y el mecedor de tantas y tantas ideas plasmadas en conciertos, exposiciones, proyecciones... No sabes cómo te voy a echar de menos. Tu adiós no ha sido justo. No te merecías este final. Atrás quedan los viajes para ver a Bob, a Petty, a Jackson… Nos convertimos en discípulos, y tú eras el guía. Esta vez te fuiste solo. Nos veremos querido Álvaro, pero déjanos estar mucho más tiempo aquí para recordarte. ‘Forever young’”

A Lozano Sol lo del amor a la música le venía heredado. Su tío Jesús era un enamorado de Machín y fue una prima de su madre quien, en 1968, metió en casa el primer disco que el entonces pequeño Lozano escuchó de Boby Dylan. Aquél «Blonde on Blonde» marcó en él honda impresión, especialmente el tema «Visions of Johanna». Nunca se separó de Dylan, se hizo profeta de aquel. Tanto que insistió a su amigo Béznar Arias, promotor musical, para convertir Avilés en capital del «dylanismo». Su espina: no haber visto al astro norteamericano en Avilés llamando a las puertas del cielo.

Compañeros y exalumnos del San Fernando de Álvaro Lozano, también colaborador de LA NUEVA ESPAÑA, lamentaron la pérdida de este profesor que tan pronto acompañaba a grupos de aquellos COU (Curso de Orientación Universitaria) en sus viajes de estudios como organizaba una tutoría, enseñaba Biología, que era su especialidad, o impartía clases de Educación Física. “Era un gran tipo”, decían.