El Bellas Artes expone todo lo nuevo en Piedras Blancas

"Esta exposición refuerza la idea de que somos el museo de toda Asturias, aunque estemos en Oviedo", dice Alfonso Palacio

Saúl Fernández

Saúl Fernández

Hay un motorista con casco amarillo y llamas a sus espaldas. Es una anamorfosis (una deformación) con forma de escultura –de Kiko Miyares–. Se llama "Llevo Janssen y AstraZeneca", es decir, llevo dos de las vacunas que estuvieron tan de moda cuando la pandemia detuvo el mundo. Esta pieza en concreto es una de las veintitantas que adquirió el Museo de BellasArtes de Asturias y que se presentaron ayer tarde en las salas de exposiciones del centro cultural Valey de Piedras Blancas. "Esta exposición refuerza la idea de que somos el museo de toda Asturias, aunque estemos en Oviedo", declaró Alfonso Palacio, el director del centro cultural regional más valorado del Principado, cuando le tocó participar en la inauguración de la muestra "Museo de Bellas Artes de Asturias. Últimos ingresos de arte contemporáneo (2022-2023)", que desde ayer está disponible y que lo seguirá estando hasta el próximo 22 de junio, que es cuando piensan recogerla.

La colaboración del Bellas Artes y del centro Valey viene de atrás, de cuando el primero recuperó la fortaleza de poder adquirir arte. Lo recordó Pablo León, el director de Patrimonio Cultural, que suplió a su jefa, a la Consejera del ramo en la cermonia de apertura. "Hasta 2019 el museo no podía adquirir nueva obra y eso era una anomalía. Eso cambia en 2020. Las primeras adquisiciones se ven en Piedras Blancas y ahora, tres años después, se vuelven a ver las últimas", destacó el responsable político. "El Bellas Artes tiene que ser una institución que contenga en sí mismo la creación artística más congtemporánea", insistió León. Y Palacio siguió esta idea: "Esta exposición nos permite ver cómo se tienen que ver las piezas: expuestas", destacó.

Tanto León como Palacio o Laura Baños, la comisaria de la muestra –es conservadora de arte industrial en el Bellas Artes–, destacaron lo heterogéneo de la colección. "Hay autores que nacieron en los cuarenta y, si no me equivo, de los noventa", apostilló el director del museo. Y no se equivocaba: habló del ovetense Armando Pedrosa y de la sotobarquense Elisa Cuesta, el mayor y la más joven.

También destacaron el papel desempeñado por la Asociación de Amigos del Museo de Bellas Artes: "Ha comprado tres obras para después cederla al museo", señaló Baños refiriéndose a las piezas de Jezabel Rodríguez, Rodrigo Martín y la propia Elisa Cuesta.

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