No ha sido por desavenencias o desacuerdo político con respecto a la justicia de la distinción, sino por la carencia de un Reglamento de Honores que regule cómo, cuándo y por qué alguien merece ser nombrado Hijo Adoptivo o Predilecto de Avilés. Pero lo cierto es que el artista Vicente Santarúa, fallecido el pasado 26 de febrero, se queda de momento sin ser honrado con la declaración a título póstumo de Hijo Adoptivo del municipio, una cuestión a la que nadie podrá poner probablemente una sola objeción a la vista de los méritos que concurren.
El grupo municipal de Vox, por boca de su portavoz, Arancha Martínez Riola, llevó ayer a la Comisión de Promoción Social y Cultura la propuesta de que en el Pleno de este viernes se aprobase la distinción de Hijo Adoptivo de Avilés a título póstumo del pintor nacido en Candás (Carreño) pero afincado desde joven en Avilés. Por unanimidad se acordó que este punto quedase sobre la mesa a la espera de la aprobación del Reglamento de Honores y Distinciones del Ayuntamiento de Avilés.
El Pleno de Avilés aprobó el último Reglamento de Honores y Distinciones en el año 2004, pero hace tres años se constituyó una comisión para actualizarlo al objeto de buscar mayores consensos políticos en las tomas de decisión sobre distinciones y otorgamiento de nombres a calles y edificios públicos, por lo general conflictivos. Se espera que esa comisión finalice su trabajo en este mandato, pero entre tanto todo lo relacionado con los honores institucionales está en barbecho.