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Notas al margen

Vicente Montes

Flojera

La alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, ha dicho que su oposición es floja. Vamos, que ella esperaba más gancho en el ring político, más juego de piernas, más pegada. Es cierto que algunos partidos recién llegados al salón de plenos aún están aprendiendo las reglas del juego y que cometen torpezas como la de quedar fuera del acuerdo para la acogida de refugiados sirios por una discusión demasiado conceptual. Y también que vamos viendo que se corre el riesgo de acabar convirtiendo el salón de plenos en un café-tertulia de análisis nacional e internacional en lugar de ser un espacio para el debate y la discusión política pensando únicamente en Avilés. Pero, con todo, Monteserín tiene suerte porque ha sabido quitarse de encima algunos de los fantasmas que perseguían a Varela constantemente, como zombies. Cuidado no sea que resuciten la barrera ferroviaria, la ronda norte, los accesos a Avilés, el Niemeyer y todos esos no-muertos.

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