El plan para hacer de Avilés una capital europea de la investigación sobre materiales, especialmente los vinculados a la siderurgia, avanza a pasos agigantados gracias a una intensa e inusitada colaboración entre el sector privado y las administraciones. Según pudimos saber ayer en un encuentro de expertos en innovación, la sede central de la Manzana del Acero, un antiguo concesionario de coches reconvertido en puntal tecnológico, estará a pleno rendimiento en poco más de medio año. En paralelo, Arcelor-Mittal dobla su apuesta por la ciudad al crear un segundo centro de I+D y ha comenzado a sistematizar grafeno, conocido como el "oro del siglo XXI" por las enormes posibilidades que abre para muchos procesos de producción. A dos pasos, los científicos del ITMA protagonizan proyectos con eco mundial. El camino está marcado. Que a nadie se le ocurra ahora tomar atajos presupuestarios o dar peligrosos rodeos.