Opinión | Crítica / Teatro

Hernández, en el cielo

"Para la libertad" emociona en su estreno en el Palacio Valdés

"Para la libertad", el espectáculo que se estrenó antes de anoche en el teatro Palacio Valdés, en Avilés, tiene una estructura que lo asemeja –paradójicamente– a "Alicia en el País de las Maravillas" y a "Luces de Bohemia": una escena, un episodio épico en la vida del protagonista que se va moviendo por la Historia –así en grande– como salvando pantallas de un videojuego.

En "Alicia", la protagonista persigue al Conejo; en la obra de Valle, la dignidad perdida. En el montaje del viernes la cosa fue de explicar la vida del poeta Miguel Hernández con el fin de ponerle una vela en el cielo de los héroes, en el Olimpo de los seres intachables... "Para la libertad", como "Luces de Bohemia", acaba con la muerte. Pero son muertes distintas: Max Estrella sella el final de una época; Hernández se incorpora al Paraíso por medio de una prospección de futuro, un epílogo cuya presencia en el montaje no parece obligatoria.

La diferencia entre los tres espectáculos es que "Para la libertad" incluye versiones singulares de las canciones que compuso Joan Manuel Serrat a partir de los poemas del poeta oriolano: bachata incluida; una delicia fascinante. Daniel Ibáñez hace suyas tanto las canciones de Serrat como los versos de Hernández. Y lo hace con la ayuda –estajanovista– de Eva Rubio y Pablo Sevilla: 8 y 13 personajes cada uno. Y también de Juanjo Llorens, el diseñador de la iluminación: clave.

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