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Las 444 cumbres de Fernando González

El montañero langreano se propuso superar la media de un pico diario en 2016

No hubo ningún propósito especial por parte de Fernando González al tomarse las uvas en el recién finalizado 2016. Un año antes, sí que se había prometido lograr conquistar 365 cumbres montañosas. El idilio de este langreano de 50 años con las ascensiones viene desde muy lejos. "En un principio salía un día del fin de semana con los amigos, pero poco a poco me fui aficionando y desde hace 15 años participo en carreras de montaña", destaca. Con el paso del tiempo, finalizaba el año con entre 200 y 300 montañas escaladas en su cuenta. En el año 2016 se propuso que, al menos, fuera una por día.

Todo cambia en el momento en el que Fernando González comenzó a realizar el trazado de las rutas corriendo en lugar de andando. "En el tiempo en el que caminando se puede ascender una cumbre, corriendo se recorren cuatro o cinco, siempre teniendo en cuenta la dureza", expone.

Cada día libre de Fernando González, quien regenta el Gimnasio California en Sama, se convertía en una aventura. Incluso en ocasiones, al concluir su jornada laboral, se echaba a la montaña para seguir sumando cumbres a su reto personal. "Los días de trabajo siempre buscaba un hueco para salir unas horas", asegura.

Las 365 montañas iniciales se superaron con creces, hasta llegar a las 444 con las que concluyó la aventura el pasado 31 de diciembre. Más de 3.500 kilómetros de ruta. Fue en el mes de octubre cuando Fernando González ascendió su cumbre número 365. "Siempre iba adelantando cumbres por si surgía alguna enfermedad o algún contratiempo", admite el montañero langreano.

De entre las más duras, González destaca Peña Santa de Castilla, en los Picos de Europa. "Accedimos desde Poncebos y tras atravesar la Ruta del Cares, fue prácticamente una escalada, con un desnivel de 2.000 metros, más de 12 horas muy intensas", resume el montañero.

Pese a encontrarse con ascensiones muy duras, el langreano también se queda con la belleza del entorno y del paisaje. "Hubo subidas más sencillas y más modestas, pero todas tienen su encanto", admite. Muchas de las rutas de Fernando González fueron en solitario, aunque gran parte de ellas eran territorio conocido. "Es el caso de Peña Mea, la cual habré ascendido más de un centenar de veces a lo largo de mi vida", recalca.

Sin embargo, también hubo cumbres exóticas, ya que el reto de Fernando González no se circunscribió solamente al panorama nacional. Durante el mes de agosto, el langreano aprovechó su periodo vacacional para viajar a Tailandia. Allí, en la frontera con Vietnam, realizó distintas incursiones en la orografía local. Cumbres como Doi Suthep, Doi Pui (Chiang Mai) y Mae ya Peak (Mae Hong Son) fueron los objetivos del langreano. "Eran rutas de diez horas, incluso dentro de la selva, donde te encontrabas especies animales de todo tipo o habitantes de las tribus", destaca.

El resto de montañas sí que se ciñen a territorios cercanos; León, Cantabria o Palencia se unieron al Principado de Asturias, cuyas montañas ocuparon el grueso de esta iniciativa de Fernando González.

Una de las metas del montañero langreano era la de tratar de repetir el menor número de picos posibles. "En muchas ocasiones buscaba información sobre nuevos picos, la posibilidad de conocer nuevos cordales que, aunque fueran más sencillos, estuvieran cerca de casa", asegura.

El langreano supera así un nuevo reto. Las carreras de montaña dan un paso atrás en su lista de prioridades para buscar nuevos retos en solitario. Lejos queda su primer "Ultratrail", en las Montañas Rocosas, allá por el año 1996. En su palmarés destacan competiciones en Suiza, Italia o Francia, donde el langreano superó distancias de 200 o 300 kilómetros en una sola etapa. Sin embargo, el reto más largo de Fernando González llegó a su fin el pasado 31 de diciembre.

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