Se parte del altozano pueblo de Riañorodando por carretera N-621, rumbo Sur, hasta dejar Carande, pasando por el pueblo de Horcadas, y llegar a las mismas compuertas del Embalse de Riaño, donde se toma el desvío hacia el pueblo de Remolina. Son 12 km de buen rodar y sin apenas tráfico. Luego serán otros 4 kilómetros de asfaltado para de este modo entrar al pueblo donde la carretera fenece. Un trago de agua, y unas fotos, y nos ponemos en marcha hacia el collado de Mostagenerosa, que dista del pueblo unos tres kilómetros, aunque ya los lugareños nos avisan que hay rampas duras, como así pudimos comprobar.
Nada más salir del pueblo, ya nos fuimos encontrando algunos cortos repechos y muy exigentes, tanto por la pendiente como por los firmes, aunque las vistas sobre la Sierra de Los Villares, es impresionante, y más aún será cuando coronamos la citada collada de Mostagenerosa de 1583 metros de altitud.
En su cima nos encontramos con el marcaje del GR-1 por cuya traza desfilamos hacia el pueblo de Tejerina, bajada importante y bonita tras dejar atrás el Collado San Martino se entra en el pueblo. Ya en su acceso local nos vamos a la izquierda por las laderas de La Carbajosa, subidas algo más suaves para así coronar el Collado del Corral de los Lobos, virando al Sur, para luego ya en la zona cumbral bordear la Peña Horcajada y por el Monte Naño y por encima del arroyo de Repenedo, encarar la bajada hasta el impresionante pueblo de Prioro, todo en bajada desde el anterior collado.
En Prioro, se va rumbo Norte, saliendo en plano siguiendo las señales de los "crucenos", o sea las marcas de los Caminos Lebaniegos, yendo a su vez por la ancha la Cañada Real Leonesa Oriental, que se va a estrellar ante la subida de los Adiles, que nos obligan durante unos minutos a empujar la bici, en todo caso hasta el desvío del Santuario del Pando.
Tras la remontada, donde todos sufrimos unos minutos con el pertinaz empuje, se entronca con la pista que viene de la carretera de Prioro-Boca de Huérgano (LE-232) y nos vamos por el ramal derecho hacia el Santuario de la Virgen del Pando. Tras ello se baja por la traza de la Cañada Real Leonesa, que ahora desfila por un denso hayedo se cruza el Collado del Pando y se desemboca por el Berrogal en la carretera LE-232, por la cual se baja unos dos escasos kilómetros, pudiendo tomar por unos metros un camino paralelo que por nuestra izquierda nos devuelve a la misma carretera.
En Las Trima, se abre a la izquierda una pista que desemboca en un carretil semi asfaltado que va a morir a las aguas del pantano de Riaño, donde se siguen las marcas y jalones del Camino Lebaniego, que nos ayudan a localizar la traza.
La señalización nos lleva a la derecha de la lengua de agua que entra a modo de fiordo, en la zona nos que nos obliga a circular por la margen derecha del pantano, por La Peralina, rumbo Norte, para virar al Este siguiendo los límites del pantano y las propias curvas del nivel de la ladera, en una continuo sube y baja, sobre todo desde la zona de Valcabado, para pasar por encima del Reguera Oscura y dejarse caer sin problemas hacia el pueblo de Boca de Huérgano. En tiempos en los cuales el embalse está bajo, se puede cruzar este por el llamado Puente de Pedrosa, lo cual permite ir hacia la Ermita de San Bartolomé y tomar la carretera Nª 621 hacia Riaño. En nuestro caso seguimos las señales de los "crucenos" y que nos llevan hasta la entrada de Boca de Huérgano, pasamos por encima de su impresionante puente, y si bien el Camino Lebaniego gira a la derecha para dirigirse hacia Portilla de la Reina, nosotros viramos al Oeste, y nos vamos por la Nacional- 621 hasta el mismo pueblo de Riaño, que son unos casi 8 kilómetros de rodadura por el arcén de la carretera.
