"Estamos intentar salir a flote, recuperar la identidad del Arenal". Las palabras del coordinador Jesús Fernández deja bien a las claras el momento por el que transcurre el club gijonés. La entidad de El Tragamón se encuentra en un proceso de transición en busca de su mejor versión, como antaño, donde era una de las entidades con más prestigio de la ciudad.
No le va mal en cuanto a salud deportiva, debido a que cuenta en sus filas con un total de 24 equipos, repartidos en catorce conjuntos de fútbol campo, nueve de fútbol sala y uno más de profútbol de 4 años. Pero el Arenal quiere recuperar su sitio, ascender categorías para que no exista la fuga de talentos, principalmente en la categoría juvenil, donde su principal objetivo es lograr en cuanto le sea posible, el ascenso a División de Honor. "Es muy difícil porque solo sube uno y todos los años perdemos una buena base para consolidar un equipo que luche por estas aspiraciones", confirma el coordinador.
Por ello, el Arenal centra todos sus esfuerzos en un bien común para la entidad: "fidelizar a los jugadores". El caso del club gijonés es uno de los pocos que se dan en Gijón, debido a que sus duelos en El Tragamón están fuera de cualquier barrio gijonés e incluso de un colegio o escuela de la que se puedan alimentar. "Intentamos que se nos distinga un poco del resto, a base de un trabajo bien hecho y que los jugadores estén contentos en este club, es la forma de competir con los clubes que les respalda un barrio detrás", asegura.
Para ello, el Arenal ha instalado una metodología a seguir. Sin salirse de sus pautas. Paso a paso para encauzar el camino correcto para volver a estar en la terna de clubes prestigiosos de la ciudad y la región. "Nuestra metodología se adapta a las edades y características de cada grupo, más allá de los distintos modelos o sistemas de juego empleados, buscamos un aprendizaje desde la etapa de iniciación hasta la más orientada a la competición", explica Jesús Fernández.
Todos, desde los jugadores y los técnicos, hasta los directivos y la colaboración y apoyo de los padres de los futbolistas, se muestran unidos y partidarios de trabajar juntos por el bien común de la entidad. "Queremos que el club sea un referente, independientemente de los resultados que se obtengan ", confiesa.
Por ello, en el Arenal se definen como "una gran familia unida". Históricamente, por el Arenal han pasado buenas figuras del fútbol local, pero la idea no es mirar hacia atrás, sino poder observar con ilusión el futuro más cercano. Cogiendo prestada la frase del técnico del Valencia Marcelino García Toral de "aprender a jugar como un entrenamiento y a entrenar como si fuese un partido", el Arenal se ha puesto manos a la obra para llevar a buen cauce su idea en todos los aspectos.
En lo meramente deportivo, al margen de buscar próximamente el ascenso a División de Honor juvenil, la intención de la entidad es recuperar el próximo año la primera infantil, perdida el pasado curso. Tras un año de transición, la próxima temporada pondrán sus miras en alcanzar este objetivo. Son sus metas deportivas en el terreno de juego, pero su mayor logro e ilusión reside en devolver al Arenal al puesto de honor que se merece.
