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Un oasis en el desierto del Avilés

La Escuela de La Toba funciona de forma autónoma respecto al primer equipo en todos los aspectos, está al día en los pagos y este año logró formar quince equipos con 190 futbolistas

Un oasis en el desierto del Avilés

La Escuela del Real Avilés es un oasis en medio del desierto que atraviesa el primer equipo. Y sus números lo atestiguan porque cuenta con 15 equipos (1 prebenjamín, tres benjamines, cuatro alevines, dos infantiles, dos cadetes, dos juveniles, y el filial) y unos 190 futbolistas. El primer juvenil compite en Liga Nacional y en el resto de categorías tiene equipos en Primera, excepto en alevines y benjamines que están en Segunda.

El coordinador, José Luis Solla, precisa que los objetivos de la temporada pasan por seguir consolidando la escuela. "Este año se hizo la plantilla del alevín A para que aprendan a competir e intentar subir, pero hay muchos críos nuevos y les cuesta coger el aire a la categoría", explica Solla. Y añade: "El handicap en esta categoría es que el Oviedo, sobre todo, pero también el Sporting, arrasan y nos llevan a todos los jugadores, y eso crea desazón y desilusión en nuestros entrenadores porque cuando se consiguen los objetivos se quedan sin futbolistas".

La escuela pasó por momentos muy duros hasta hace dos años, de hecho, explica Solla, "cuando se fue el escocés Clarkson quedó como un solar, no había jugadores, datos, material, ni nada de nada". Los técnicos tuvieron que empezar de cero y bajaron algunos equipos, pero el año pasado se recuperaron las categorías, cadete e infantil, que, señala Solla, "este año se van a mantener y la idea era subir al juvenil a División de Honor porque ese es un objetivo de la escuela, pero está bastante complicado".

El mayor problema para crecer, denuncia el coordinador, "es la saturación y la dejadez de las instalaciones de la Toba que no nos permite entrenar bien, de hecho el juvenil entrena a horas intempestivas y con poco campo en unas condiciones que no están acordes con la categoría en la que milita, y eso nos perjudica muy seriamente".

Los problemas económicos del club, comenta Solla, afectan de rebote al fútbol base "porque todo lo que sea hablar mal del primer equipo nos repercute a efectos de la opinión pública", pero aclara que la escuela funciona completamente independiente en todos los aspectos: deportivos, económicos y financieros porque "genera sus propios recursos con las cuotas y las empresa colaboradoras. Eso fue siempre así, excepto estos años de atrás y ahora mismo no tenemos problemas económicos por lo que estamos al día en todos los pagos".

Hay una deuda con los entrenadores de la etapa de Álvaro López (incluido al propio Solla) que se reclamará en el juzgado porque desde enero de 2017 no volvieron a cobrar hasta principios de esta temporada. Son cinco meses que reclamarán de forma conjunta a los administradores del Avilés en aquel momento, y tienen todo el apoyo del club. "Eso nunca ocurrió en la escuela porque siempre hubo ingresos. Se pudieron dejar de pagar uno o dos meses al final, pero esto no", afirma Solla.

Los técnicos ya preparan los próximos torneos. Se está hablando con los padres para participar en varios eventos financiándose cada equipo con la ayuda de la escuela. En principio, en Semana Santa, el cadete A y el infantil A irán a Marina D'Or (Castellón); el alevín A y el benjamín A al Ciutat Ontinyent (Valencia); y el juvenil B al Oviedo Cap Y para el verano está prevista la presencia de varios equipos al Ribamontán al Mar (Cantabria) para despedir la temporada y pendientes de algún torneo en Galicia.

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