Todo queda en casa. O en familia. Como quieran, pero juzguen ustedes al final del reportaje. Un club: la UD San Claudio. Dos protagonistas: Miguel Fernández y José Ramón Fernández, coordinador y presidente de la entidad. Además de su trabajo por el San Claudio a estos dos protagonistas les une también la familia. Y es que son padre e hijo. "Nos llevamos muy bien", comenta Miguel, el hijo.
Es un día cualquiera de la semana en el José Ramón Suárez Fernández, campo en el que el club entrena y disputa sus encuentros de competición liguera. Y, como no, Miguel y José Ramón, el padre, coinciden en el sintético. "Yo estoy todos los días y él también", comenta Miguel, que añade que "siempre hay algo que hacer, ya sea en el campo o con los jugadores".
La UD San Claudio ha evolucionado mucho en los últimos años y ha dado un salto cualitativo tanto en cantidad como en calidad. Y para muestra, un dato: en diez años ha pasado de contar con 100 jugadores a tener hoy en día 400, repartidos ahora en 17 equipos con uno en Regional Preferente y con opciones de dar el salto a Tercera. "Hemos crecido mucho", advierte Miguel.
La llegada al club de padre e hijo no fue al mismo tiempo. Miguel recaló en el San Claudio hace ahora once años. "Llegué de la mano de Nacho Canal, que era el coordinador", recuerda.
En esta década, Miguel ha dirigido al equipo infantil y al juvenil, con quien logró varios ascensos. "Empecé con el equipo en Tercera y ascendimos a Liga Nacional", explica. "La clave del éxito fue el buen ambiente que había en el vestuario", añade.
Ahora, desde hace nueve años se dedica al completo a las labores propias de coordinador. A su lado está José Ramón, su padre, que comenzó su aventura en el club hace seis años. Llegó a la presidencia tras el fallecimiento de Ramón, el anterior dirigente.
¿Cómo se lleva eso de que tu padre sea el presidente? Ante esta pregunta, Miguel contesta rápido y asegura que "estoy encantado, porque mi padre mira por el dinero. Lo que gana el club se invierte en él. Cuando llegó al cargo de presidente el San Claudio tenía una deuda muy grande y ahora tenemos superávit". ¿Y en el plano personal? "Perfectamente, yo no me meto en el terreno económico y él no se mete en la parte técnica", indica. Es decir, José Ramón lleva la parte económica, el tema de patrocinadores; y Miguel es quien se encarga de los entrenadores y jugadores.
Miguel y José Ramón son la cara visible de la UD San Claudio, pero hay mucha más gente detrás que trabaja desinteresadamente para que todo fluya a la perfección. Eso sí, exige mucho sacrificio. "Son muchas horas de dedicación", subraya Miguel que, al igual que José Ramón, no ponen fecha de caducidad a su aventura en el club. "Mi padre está jubilado, viene todos los días al campo y eso le viene bien", añade. Otra de las claves del éxito de la buena marcha de la entidad es el buen ambiente que reina entre todos los estamentos: desde jugadores a entrenadores, pasando por los directivos y hasta los padres. Y es que entre todos forman una pequeña familia donde todos aportan su granito de arena.
En el plano más institucional, desde la directiva del club están molestos con el Ayuntamiento de Oviedo porque "incumplen las promesas". Miguel se refiere al cambio de césped sintético del José Ramón Fernández, que "está en unas condiciones lamentables y ya son muchos los futbolistas que se han lesionado".
Hace ya varios meses, desde el consistorio se prometió públicamente durante la presentación de la anterior Oviedo Cup que había una partida para el cambio de césped y aún hoy no se sabe nada. Además, otro de los problemas tiene que ver con la luz, que cada poco se funden y el coste es demasiado. "Esperemos que desde el Ayuntamiento pongan solución a estos problemas".
A pesar de todo, Miguel y José Ramón seguirán luchando para llevar lo más arriba posible a la UD San Claudio, un club que forma parte de la historia del fútbol asturiano por méritos propios. El equipo tiene una filosofía clara que se basa en el trabajo de la cantera, algo en donde Miguel tiene mucho que decir.
Miguel y José Ramón Fernández seguirán al frente de la UD San Claudio mientras su ilusión siga intacta, algo que también trasladan a todos los que trabajan alrededor del equipo.
