Nos echamos a la ruta para rodar durante unos kilómetros por lo que fue el proyecto de recuperación de la vía del tren minero de los Valles del Trubia, bautizada como la Senda del Oso, cuyo proyecto de recuperación presenté en 1987 ante el Principado de Asturias.La ruta parte de la puerta de la fábrica de Armas de Trubia, para rodar de forma tranquila por los primeros predios ovetenses de la Senda del Oso camino de San Andrés, después de salvada la carretera y el río Trubia, se rueda por la estrechez que dejan Peña Escalera y las Garradas, lo que nos permite llegar sin problema a Santo Adriano de Tuñón.
A partir de aquí el valle se abre dejando una rodadura límpida hasta desembocar en la amplia aldea de Villanueva, con su lavadero y enorme puente ojival.De Villanueva a Proaza, la Senda del Oso circula por zonas abiertas hasta llegar a Proaza, pudiendo ver al paso lo que fueron las instalaciones oseras.
Casi 15 km de rodadura por la Senda que concluyen aquí, pues la ruta propuesta sale a la carretera AS-228 con dirección a Teverga, para tomar un poco más allá la desviación que por la derecha nos sube a los altozanos pueblos de Sograndio y Linares. O sea, unos 7 km de subida ininterrumpida por asfalto. Paciencia y pedales.
Una vez en Linares, y situados en la sierra cumbral que da vista a las vertientes moscona y trubieca, se deja atrás el pueblo y la carretera, para tomar un camino que entra a la izquierda buscando la divisoria de aguas, bordeando las picorotas de Grandamiana y Meadoriu. La línea cumbral se quiebra en La Corredoria con 27 km recorridos.
La ruta aquí se va a la derecha hacia la Peña Castiello para de este modo visitar la famosa cascada de Guanga o Buanga, desde donde se retoma el camino que desfila a cubierto por la ladera boscosa hacia la aldea de Perlavia, nacida bajo la ermita de San Antonio. Aquí se conecta con el asfalto, AS-313, y se baja hacia la vertiente trubieca hasta Berujal, pudiendo ver Trubia, aquí se vira al Oeste por la carretera OV-2 hasta concluir en la aldea de Canales, donde se toma un camino que va dirección Norte, y de nuevo subidos a la balconada trubieca, se cicla por tramos de senda estrecha y caminos que nos suben al Pico Lovio y por la Granda ganar el Alto del Sanatorio, con tramos de grandes charcos de agua, hasta desembocar en el lugar de Las Cruces.
De aquí se sale de frente por un camino que sube de nuevo al cumbral para dejar este, como a los 36, 7 km., donde la ruta se echa al Este, ladera abajo hacia el valle trubieco, y lo hace mediante un bajada de fuerte pendiente, afrontando así una bajada de apenas 2 km., que nos pone en el entorno de las casas de Villarín por cuyo poblamiento se ruedas unos minutos para entrar ya por asfalto a Trubia.
