Mieres del Camino, J. VIVAS

La consejería de Agroganadería y Recursos Autóctonos del Principado de Asturias habilitará una zona de pesca libre sin muerte en el Caudal a su paso por el casco urbano de Mieres. Este espacio, de unos 500 metros de longitud, comprende el tramo de río entre el puente de La Perra y la cinta del lavadero de El Batán. La propuesta partió de la asociación allerana de pescadores «El Maravallu», quien lo había solicitado durante la celebración del Consejo Regional de Pesca ante la demanda de los propios pescadores y por los bajos índices de ocupación que presentaba el coto de pesca sin muerte de Mieres.

El secretario del «El Maravallu», José Luis Augusto, aseguró que esta medida «evita que los aficionados tengan que pagar por pescar, además, los datos de ocupación en el coto de Mieres han sido muy bajos este año, del 20 por ciento en el mes de agosto, siendo el más alto el de marzo, de un 38 por ciento». Además, destacó Augusto, «nos lo han pedido muchos pescadores de la zona de Mieres, porque si querían acudir a una zona libre tenían que desplazarse hasta Santa Cruz, Pola de Lena, Argame o Campo de Caso». Augusto también defendió que la medida «no trastoca en absoluto al coto de pesca de Mieres, ya que el tramo libre es de aproximadamente 500 metros, dejando unos 5,2 kilómetros para el coto de pesca hasta el puente de Ujo».

Aunque la propuesta contó con el beneplácito del Gobierno regional, éste último cometió un error a la hora de publicarla. El documento señalaba que el coto de pesca sin muerte de Mieres quedaba tras los cambios desde el puente de Ujo al puente de Gonzalín, en lugar del de La Perra, que es desde donde se iniciaría la zona libre de pesca sin muerte. El secretario de «El Maravallu» aseguró que el colectivo, tras tener conocimiento del error, se puso en contacto con la Consejería para que se subsanara. «Aún estamos pendientes de que lo publiquen en el Boletín Oficial del Principado de Asturias», destacó Augusto.

El coto de pesca sin muerte de Mieres nació a mediados de los años 90 y fue de los primeros de la región de esta modalidad. Hasta entonces, el Caudal, al igual que ocurría con el Nalón, era un río impracticable para la pesca, debido a la suciedad que arrastraba por los vertidos de los lavaderos de carbón y de las poblaciones. Sin embargo, el cauce recuperó el esplendor de antaño gracias a una ardua labor de saneamiento, creación de saltos de agua artificiales y repoblación de la vegetación. Asimismo, las asociaciones de pescadores colaboraron en la recuperación del río con la suelta de truchas de forma periódica. Sin embargo, la llegada de los cormoranes, una aves pescadoras, perjudicó gravemente al coto. La voracidad de estos pájaros era tal que, tras esquilmar el coto de pesca sin muerte, se adentraron también en otros afluentes del Caudal en busca de truchas.

En cuanto a la asociación «El Maravallu», es uno de los colectivos de pesca más activos de la comarca. Conocida es su labor de repoblación en los ríos de la zona. Durante la última campaña, la asociación soltó más de 450.000 alevines de trucha común por los cauces de Aller y Mieres, actuando sobre todo en las zonas más afectadas por las obras del Corredor del Aller. Estos ejemplares se crían en las instalaciones de Molín Peón, que tiene el colectivo en la localidad allerana de El Pino. Un complejo que cuenta con balsas para la cría y un laboratorio de desove en el que trabajan los miembros de la asociación de forma periódica para mantener la población de truchas en los ríos de la zona.