El futuro parque tecnológico de Mieres vuelve a mirar hacia Ablaña, localidad en la que estaba inicialmente previsto su desarrollo. La Federación de Vecinos reclamó ayer que el proyecto vuelva a su génesis una vez la opción de Figaredo parece ser inviable debido a las trabas que plantea la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC). El presidente de este colectivo, Ángel Luis Rubio, pidió ayer al Ayuntamiento y a la empresa Hunosa que establezcan una alternativa para que la iniciativa no quede definitivamente bloqueada. El movimiento ciudadano apuesta por Ablaña, pero también estaría abierto a estudiar otras posibilidad, como el pozo Tres Amigos, en el valle de San Juan.

El desarrollo del parque tecnológico de Mieres lleva ya quince años a la espera de ejecución. A estas alturas, la iniciativa arrastra un doble problema. Por un lado, el Principado lo ha descabalgado de su plan industrial y, además, Hidrográfica ha elaborado un informe sobre inundabilidad que descarta este tipo de actuación en el viejo pozo. Es decir, si el gobierno regional decidiera retomar el proyecto que el expresidente regional Vicente Álvarez Areces garantizó en 2007, se encontraría con que la ocupación del suelo quedaría bloqueada por la influencia del cauce del río Turón. La Federación de vecinos quiere evitar este escenario ya plantea sortear este problema buscan otra ubicación: "El proyectaba estaba previsto inicialmente para los terrenos de Minas Llamas, en Ablaña, unos terrenos que siguen en desuso, como también sucede, por ejemplo, con el pozo Tres Amigos", señaló Ángel Luis Rubio.

El movimiento asociativo pretende que sobre el parque tecnológico de Mieres pesen las menores trabas posibles: "El informe de Hidrográfica será difícil de revertir, por lo que hay que ganar tiempo y buscar soluciones, ya que bastante complicado está ya que la actuación se ejecute como para encima tener que esperar por una nueva resolución técnica", indicó el presidente de la Federación de Vecinos de Mieres.

El posicionamiento de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico aleja un proyecto cuyo desarrollo hace tiempo que parece improbable. El parque científico y tecnológico de Figaredo, el principal y hasta ahora fallido proyecto de reactivación económica para el deprimido valle de Turón, ya no está ni en los planes del Principado. Tras el cierre de las minas y el fracaso de los proyectos de reindustrialización con empresas como Diasa Pharma o Construcción Mecánicas Urueña, los vecinos de la zona habían puesto sus esperanzas en el parque tecnológico ligado al campus universitario de Mieres. Era un proyecto emblemático, ya que suponía transformar los terrenos del viejo pozo minero en un contenedor de investigación, desarrollo e innovación, pero de momento está paralizado y hasta se ha caído de los programas de suelo empresarial para los próximos años.

Por su parte, Ablaña nunca ha renunciado a ser sede del futuro parque tecnológico de Mieres. La decisión unilateral tomada por el Principado para su traslado a Figaredo sentó muy mal en la localidad.