Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

Carreño cuenta desde este fin de semana con la primera bandera azul de su historia, que señala a la playa candasina de La Palmera como una de las mejores de la rasa asturiana. Comoquiera que el hecho no tiene precedentes en el municipio, el acto de izado del emblema tuvo su toque local.

Cuando sólo pasaban unos minutos de las doce del mediodía del viernes, media docena de piraguas surgieron de la dársena interior del puerto de Candás para dirigirse al faro de La Palmera, donde estaba previsto erigir el estandarte. Algunos de los integrantes más jóvenes del equipo piragüista más laureado de España, Los Gorilas, que este año cumple medio siglo de vida, portaron la bandera azul, que tras ser entregada a las autoridades comenzó a ondear al viento.

«Esta distinción supone una gran satisfacción para el municipio», reconocía el alcalde de Carreño, Ángel Riego, ante la atenta mirada de los sorprendidos bañistas. «Poder contar con el estandarte fue un objetivo largamente pretendido, y como es la primera que tenemos, tiene aún más importancia, máxime teniendo en cuenta que en tiempos de crisis podrá beneficiar al turismo», añadió el máximo responsable del Ayuntamiento carreñense.

También se congratuló por el trabajo realizado por la concejala de Urbanismo, Melania Álvarez, para quien el esfuerzo «ha valido la pena, al ver que hoy disfrutamos de este sello de calidad, que esperemos no sea el último que reciban nuestros arenales de cara al futuro».

Por su parte, el vicepresidente de ADEAC, el órgano responsable en España de la concesión de las banderas azules, José Palacios, que también estuvo presente en el izado de la bandera, felicitó al municipio por el logro, recordando que la asociación a la que representa «sigue unos criterios muy exigentes» a la hora de conceder esta distinción de carácter internacional.

Por contar con un «agua excelente» y poner a disposición de los bañistas toda una serie de servicios, la bandera azul que distingue a las mejores playas de Europa ondeará este verano junto al viejo faro de Candás, haciendo compañía a la verde que se coloca los días de mar tranquila, cuando está como un plato.

La distinción a la playa de La Palmera, la primera que Carreño ha recibido en su historia, ha puesto un toque dulce a unos meses de sinsabores para el comercio y la hostelería local, y los vecinos y los responsables municipales también se han congratulado con la noticia. Creen que atraerá más gente a un concejo castigado por el cierre de Perlora y por el incremento de las multas de tráfico.