Introducción. Si un oasis es un paraje en que existe vegetación y lugar para el descanso, quien conozca esta finca o parque no dudará en calificarla así desde finales de los años setenta del pasado siglo. También es conocida esta finca con el nombre de Santa Bárbara, porque allí en el año 1880 se ubicó la fábrica de explosivos Sociedad Santa Bárbara, fundada por José Tartiere Lenegre (la primera factoría de explosivos en Asturias fue la de La Manjoya, en Oviedo, instalada en 1867). La Acebera / Santa Bárbara tiene una extensión de 307.442,82 metros cuadrados, ubicada en una parroquia cuya superficie es de 5,72 kilómetros cuadrados. Sus característica justifican nuestra definición de oasis. Digamos que este parque dista 14 kilómetros de la capital del concejo de Siero y cinco kilómetros de la ciudad de Oviedo.

l Titularidad. El cierre de la factoría de explosivos se produjo en 1978, al producirse por parte de la empresa propietaria una concentración de empresas, por lo que algunos de sus trabajadores hubieran de trasladarse a la factoría de Galdácano (años más tarde se produjo el cierre de La Manjoya). A partir de su cierre, o sea, cien años después de la creación de dicha factoría de explosivos, La Acebera experimenta una verdadera metamorfosis al convertirla en una joya medioambiental del pueblo propiamente dicho de Lugones, castigado como se sabe por la contaminación atmosférica, aparte de la acústica. Ante la falta de interés por parte de empresas inmobiliarias para la adquisición de esta finca, el Ayuntamiento de Siero la adquiere por ochenta millones de pesetas a su propietaria, la Unión Española de Explosivos Río Tinto.

l Metamorfosis. Se comienza a hablar por parte de las autoridades municipales de la conveniencia de convocar un concurso de ideas para el mejor aprovechamiento de esta finca ya transformada en parque, pero después de tantos años esa promesa fue incumplida. Sin embargo, el Ayuntamiento de Siero encarga un informe sobre este espacio natural al Departamento de Botánica de la Facultad de Biología. Y, en efecto, en 1984 este departamento de la Universidad de Oviedo emite un informe sobre el estado actual de la cubierta vegetal de la finca La Acebera / Santa Bárbara y su valoración ecológica, realizado por ocho profesores que figuran con nombres y apellidos.

De este informe se desprende que cuenta con 2.000 especies vegetales, entre árboles y arbustos. De ellos muchos insólitos o, al menos, poco frecuentes: el pino de Chile, robles americanos o cedros de Líbano, araicaroas u hasta secuoyas gigantes. También hay ejemplares de saúcos, carvayo, castaños, avellanos, laureles, frescos, falsas acacias, acebosa, espineras, carnejas y cerezas. Además, la finca cuenta con una gran abundancia de zarzas, enredaderas (hidra, raspalengua, madreselva, nueces negras) y los conocidos «sanjuaninos». Todo ello conforma una armoniosa estructura forestal, densa y de una extraña sombría luminosidad. Distinguimos por sus características el árbol que más nos llama la atención, que nosotros consideramos el «rey» de la finca. Se trata de un cedro del Líbano, rodeado por otros, cuya altura alcanza los treinta metros, su perímetro 6,10 y copa 22,50 metros.

l Repoblación. Ahora se cumplen dos años que por iniciativa de la Fundación HC Energía se va renovando a través de la plantación de árboles, iniciativa impulsada en colaboración con el Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS) que se inscribe en las campañas «Un árbol por cada nuevo cliente».

l Depósito de agua. Dentro de la misma finca, la única construcción que queda en pie (las demás, por abandono, fueron incomprensiblemente incendiadas o demolidas) es el depósito de agua situado en la parte alta, declarado Bien de Interés Cultural siendo el prestigioso ingeniero Ildefonso Sánchez del Río el autor del proyecto.

l Área recreativa. A este espacio natural la Consejería del Principado la dotó de un atractivo lago artificial, zona de juegos infantiles, así como barbacoas y mesas con bancos para su uso gastronómico, que son muy utilizados con buen tiempo.

l Parque Principado y senda. Esta finca ha sido incluida en el Parque Periurbano del Naranco, con una longitud de 6,1 kilómetros, promovido por el Principado. Y ciñéndonos a ella, a su alrededor y con una extensión de tres kilómetros partiendo de la Casa Tabla, paralela a la estación de ferrocarril, se extiende la Senda La Acebera, cuyo recorrido continúa al lado del ramal que conduce a las canteras del Naranco, pasa por el Puente Vieyu y bordea por la izquierda el río Nora y por la derecha la finca, adentrándose en la misma hasta el aparcamiento de vehículos para luego cruzar La Acebera hacia el barrio El Carbayu.

l Instalaciones deportivas. La primera zona de la finca aprovechada por el Ayuntamiento de Siero tan pronto se adquirió fue una pista de atletismo y una piscina abierta. Más tarde, allá sobre 1996, en el espacio dentro del círculo de la pista de atletismo, se ubicó el campo de fútbol Santa Bárbara. Esta decisión se podía haber tomado antes para dar salida a la falta de una instalación definitiva destinada al histórico Atlético de Lugones (fundado en el año 1905), después de que durante cinco temporadas hubiera de jugar los partidos de competición no sólo fuera de Lugones, también de Siero, en el concejo de Llanera. Al lado recientemente el Ayuntamiento construyó un polideportivo sobre el espacio de una cancha inutilizada.

l Colegio público. Con el fin de buscar e invertir en terrenos en zona más apropiada dentro de la localidad, como podía serla zona de la La Ería, el Ayuntamiento ubica también dentro del Parque de La Acebera, con entrada del acceso directa por el Resbalón, un centro de enseñanza en el año 1986, el colegio público Santa Bárbara, a cuyos alumnos hay que trasladar en autocar desde el centro de la población, ante la negativa de los padres a trasladarlos andando un kilómetro por la antigua carretera general, la Avda. Conde de Santa Bárbara.

l Casería. Curiosamente, al menos por ahora, también dentro de este parque natural se respeta el mantenimiento de la casería, conocida como La Casona, con su hórreo y varas de hierba, que aún permanece activa en la parroquia de Lugones. Esta es la única de las más de setenta caserías que existían en la época de carácter rural de Lugones hasta mediados del pasado siglo XX, distribuidas por los barrios de El Carbayu, el Castro, zona Puente Nora, Les Paredes, Les Folgueres..., incluso en el epicentro del pueblo, el Cruce Viejo, se localizaban tres caserías.

l Valoración. Por propios y extraños, cuantas personas o grupos visitan este espacio natural, ha sido valorado en su justa medida. Pero una de las personas más autorizadas ha sido el prestigioso técnico arborista norteamericano Charles Carpenter, quien declaró en su visita que, con una buena gestión, La Acebera puede ser muy bella, pero lo primordial es la seguridad.

«Las Noches de La Acebera» cierran esta noche sus actuaciones con la Banda de Gaitas Conceyu de Siero y su espectáculo «Mirando Asturies II». El programa comenzó el lunes con «Teatro del Norte» y el martes hubo jazz de mano de «Seims Sextet» (en la imagen), un combo formado por los profesores del Seminario de Improvisación de Siero, informa G. BENGOA.