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Cerco a los gatos de Albo

El Ayuntamiento, ante las quejas vecinales, estudia castrar a los animales que se multiplican en la antigua conservera

Cerco a los gatos de Albo

La colonia de gatos silvestres que habita los patios y explanadas de la parte trasera de la vieja fábrica de conservas de Albo, en Candás, se multiplica. Como consecuencia, el Ayuntamiento ha recibido diversas quejas por parte de los vecinos, que ahora han sido canalizadas por una petición realizada por el Partido Popular para que se aplique la política regional sobre animales callejeros, que conduce a la castración de los animales, con el objeto de frenar esa reproducción incontrolada.

En el caso de los gatos la situación no es nueva. El Ayuntamiento ya tuvo que actuar en 2008 con la aplicación de la ordenanza municipal de limpieza viaria, que impide dar de comer a los animales callejeros.

El problema de la población de gatos callejeros se juntó con el cierre de la conservera, con la consiguiente deficiencia en la limpieza y el mantenimiento de las instalaciones cerradas. Proliferaron insectos de todo tipo y especialmente roedores, lo que llevó al gobierno a exigir a los propietarios de la factoría un plan de control de plagas. El incremento en la población de felinos en las inmediaciones de Albo ha causado quejas debido a que estos animales deambulan entre las naves de la fábrica, pero también pasan a los edificios del entorno.

Según la normativa municipal, "en la vía pública queda prohibido facilitar cualquier tipo de alimento a animales y en particular a palomas, gaviotas, perros o gatos, salvo que se trate de animales de compañía, pudiendo facilitar alimento siempre y cuando sus dueños procedan con la limpieza del punto donde se haya depositado".

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