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Siero

La vuelta a España de Pepe y su Mini

Un taxista de Valdesoto se propone recorrer 7.000 kilómetros y visitar 47 capitales de provincia en dos semanas con su coche, de 43 años, como "un reto personal"

Zorita, con su coche, a la puerta de un taller de Meres. l. blanco

Un cuarto de siglo al volante de manera profesional como aval, la pasión por los coches como excusa y una apuesta personal como motivo. Esos fueron los tres pilares que llevaron a José María Zorita, un taxista de Valdesoto, a embarcarse en la mayor aventura de su vida después de ver pasar por delante nada menos que 61 años. Un reto en forma de vuelta a España en la que contará con la única compañía de un Mini Morris, un coche al que saca 18 años (podría ser su hijo, bromea) y que adoptó hace una década.

La idea surgió en una conversación entre amigos. Él defendió a capa y espada la capacidad de su viejo vehículo para superar las distancias que hagan falta. A ello añadió la épica de un largo tiempo de inactividad. "Llevaba cuatro años sin utilizarlo y el caso es que arrancó a la primera", cuenta este miembro del Club Siero Clásicos, que durante tiempo participó en pruebas de regularidad de este tipo de coches.

Para lograr su objetivo cuenta, de momento, con un plan perfectamente detallado. La salida tendrá lugar el próximo 12 de agosto desde Valdesoto, a las nueve y media de la mañana, y la llegada está prevista al mismo lugar el día 27, a las 21,30 horas. En total recorrerá nada menos que 7.000 kilómetros. Saldrá en dirección a Cantabria y llegará procedente de Galicia previo paso por 47 capitales de provincia de todos los rincones de la península. "Sólo haré parada a medio camino en un lugar de Alicante para coger fuerzas", relata.

Aunque pueda parecer un reto sencillo por el hecho de fiar buena parte del éxito a la máquina, este aventurero tardío defiende la dificultad de su objetivo. "Hay que tener en cuenta la edad del vehículo y, sobre todo, el calor", explica con respecto al hecho de que el recorrido se realice en agosto, discurra por lugares especialmente calurosos y, encima, se encuentre con las limitaciones tecnológicas de hace casi medio siglo. "No sólo no tiene aire acondicionado, sino que tendré que poner la calefacción para que el motor no se queme", comenta.

Respecto de las posibilidades de llegar a meta, Pepe Zorita se muestra confiado, aunque también reconoce que existen muchos riesgos. "Hay la posibilidad tanto de que falle el coche como de que lo haga el conductor", asegura, al mismo tiempo que apunta que, a pesar de contar con una dilatada trayectoria profesional al volante, "450 kilómetros diarios y en esas condiciones no son moco de pavo".

Ante el temor de que alguno no dé crédito al logro, en caso de conseguirlo, lo tiene todo pensado y se ha confeccionado una tarjeta con la que pretende acreditar su paso por casi todos los rincones de España. "La idea es parar en una estación de servicio de cada una de las capitales de provincia y que me pongan un sello que demuestre que estuve allí", afirma este vecino de Valdesoto, que también barajó la posibilidad de pasarse por ayuntamientos u otros edificios oficiales, si bien luego lo descartó al darse cuenta de que los domingos y festivos no tendría dónde ser recibido.

La aventura no le saldrá nada barata. Cuenta que los preparativos para afrontar este "reto personal" conllevan varios gastos, como poner a punto el coche, el combustible y la manutención, y las comidas. "Por temas de presupuesto tendré que ir sólo, así que espero no tener ni siquiera tiempo para aburrirme", advierte con una sonrisa en la boca, al tiempo que agradece el respaldo recibido por algunos vecinos y amigos, que le ofrecieron colaboración.

Una circunsatancia que también quiere aprovechar para dar visibilidad a un problema social como es la violencia sexista, y para ello ya ha incluido un logo en toda la documentación preparada para el reto. "Es una de las lacras de este país, que hay que erradicar como sea", declara el aventurero, que espera que su modesta aportación sirva, al menos, para concienciar a cierta gente sobre este problema.

De todos modos, su aventura no ha pasado desapercibida en muchos ámbitos. A nivel local, son numerosos los vecinos de Valdesoto y alrededores que ya saben de sus intenciones, mientras que más lejos cuenta con el respaldo de miles de aficionados al automovilismo. "En las redes sociales ya cuento con más de 7.000 seguidores que me animan a seguir adelante", indica.

Ahora, sus esfuerzos se centran en que el Mini Morris que adquirió en León hace diez años esté perfecto para rodar. En este cometido cuenta con la colaboración de amigos como el mecánico Ramón Rodríguez, que trata de poner a punto el "bólido" azul marino en su taller de Meres de manera altruista. "Me dijo que no me preocupara, que me echaba una mano para que todo saliese bien", apunta, entusiasmado, Pepe Zorita.

Lo más curioso es que esta vena aventurera le llega después de sobrepasados los 60. "Nunca antes me había enfrentado a algo de este tipo", sostiene este vecino de Faes, que vive sólo y reconoce dormir poco. "Me levanto muy temprano y leo toda la prensa hasta que empieza a salirme el trabajo", deja caer para dar a entender el cambio de rutina que vivirá durante esos quince días en los que espera dejar su sello en todo el país sin más reconocimiento que el de la superación personal. "Yo mismo me lo propuse, y lo que quiero es lograrlo por mí mismo", resume con una sonrisa de satisfacción que se repite cada vez que hace referencia a su joya de fabricación inglesa, en la que dice tener una fe ciega.

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