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Vietnam enseña las uñas

Hanh Nguyen, al frente de un negocio de estética desde hace seis años, dice sentirse "muy a gusto" en el pueblo

Hanh Nguyen atiende a Isabel López, ayer, en Lugones. FRANCO TORRE

"En Lugones conviven personas que proceden de todas las autonomías de España, y también de los cinco continentes". Esta frase, acuñada por José Antonio Coppen, reivindica una de las cualidades que el sempiterno cronista de la localidad siempre ha reivindicado: el carácter multicultural de Lugones. Una cualidad que también aprecia la esteticista Hanh Nguyen.

Natural de Vietnam, esta mujer de 40 años llegó a tierras lugonenses hace ahora ocho. En este tiempo, Nguyen se ha hecho un nombre tanto en Lugones como en otros núcleos del entorno, Oviedo incluido, merced a sus dotes y a las técnicas que, procedentes de Oriente, ha introducido en su negocio de estética.

Nada más instalarse en Lugones, Nguyen comenzó a trabajar, aunque hasta dos años después de su llegada a Asturias no puso su propio salón de uñas, localizado originalmente en la avenida del Conde de Santa Bárbara, en la zona próxima a la estación de ferrocarril. "Los inicios fueron difíciles, como en todos los negocios. Pero, poco a poco, fui cogiendo clientes fijas y el salónse estabilizó", explica Nguyen.

Tras cinco años en su ubicación original, en mayo del año pasado trasladó el salón a la avenida de Oviedo, donde está en la actualidad. Hasta este pequeño establecimiento se acercan, día tras día, numerosas mujeres para ponerse en manos de la vietnamita. "La primera vez que me atendió fue al poco de que abriese el otro salón. Quedé muy contenta y ahora soy fija, estoy muy a gusto con ella", explica Isabel López, mientras Nguyen le hace la manicura.

Además de la pericia natural de la esteticista, las clientas valoran la introducción de algunas técnicas que ha importado desde Oriente. "No son muchas cosas. Lo principal es la limpieza de cutis, que sí que hago de manera algo diferente a como se trabaja aquí", explica Hanh Nguyen.

Aunque la vietnamita no desvela los secretos de su arte, sí que explica su técnica para resolver uno de los más frecuentes problemas vinculados a la piel: los puntos negros. "Cuando llegué a España, me sorprendió ver cómo los sacan aquí, apretando y haciendo fuerza. Yo pongo una mascarilla y ya está, te queda la cara perfecta", explica.

Las ventajas de la técnica son evidentes: es indolora y menos abrasiva para la piel. "No te hincha la cara ni nada, simplemente pongo la mascarilla y salen solos", sostiene.

Aparte de tener ya su negocio estabilizado, Hanh Nguyen afirma sentirse a gusto en Lugones, localidad que, tras estos ocho años, ya considera un hogar. "Estoy muy bien en el pueblo. La gente es muy agradable, muy maja. Y lo noté nada más llegar, me recibieron muy bien y nunca tuve ningún problema", relata la vietnamita.

El de Nguyen, no obstante, no es un caso único en Siero. Según el último padrón de habitantes, relativo al año 2014, de los 52.224 habitantes censados en Siero hay un total de 1.627 extranjeros. Y de ellos, más de un millar residen en la parroquia de Lugones. Un crisol de culturas que conviven en paz, tal y como siempre ha defendido José Antonio Coppen.

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