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La falta de lluvias en agosto hace temer una mala cosecha de fabas en Argüelles

Los productores confían en que el agua de los últimos días salve un año en el que se regó con tractor por primera vez

Santi Galán muestra las vainas de una planta de fabas en Argüelles. L. B.

La faba de Argüelles confía al cielo la salvación de la cosecha de este año. La falta de lluvias en el mes de agosto mermó de manera importante buena parte de las 20 hectáreas cultivadas por los siete miembros de la cooperativa local que esperan que el agua caído en los últimos días sirva para al menos garantizar una buena producción de las plantaciones más tardías.

Aunque en general se espera una producción menor que en años anteriores, también recuerdan que la producción será bastante irregular. "Las plantaciones de las vegas resisten mejor, pero las de la zona de la barreda están muy flojas", coinciden en señalar los productores Santi Galán y Ulpiano Huergo, que consideran que las pruebas del mal año son obvias. "El año pasado las vainas traían hasta seis o siete granos y este es raro ver una que supere las cuatro", explica Galán.

Tal fue la escasez de agua el pasado agosto, que por primera vez los productores decidieron regar por sus propios medios algunas de las plantaciones más necesitadas. "En algunos sitios en los que había bastante espacio probamos por primera vez a regar con el tractor a ver si servía de algo", comentan unos productores que desde el mes de abril hasta junio fueron cultivando fabas en distintos puntos de la parroquia y ahora esperan que el esfuerzo pueda verse recompensado.

Estos campesinos que cada año sacan adelante las fabas de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Vegargüelles continuaron la progresión de los últimos con la ampliación de unas tres hectáreas de superficie cultivada, que ya alcanza las 20. "El aumento de terreno, más que aumentar el número de plantas. nos permitió dejar más margen entre las mismas para incluir más trabajos mecánicos en detrimento de los manuales", cuenta el propio Santi Galán.

Ahora queda por ver si los pronósticos se cumplen de cara a una recogida que podría comenzar alrededor de los primeros días de octubre y prolongarse durante varias semanas. "El tiempo marcará cuando empezaremos, pero todo indica que algunas plantas estarán para retirar pronto", señalan los miembros de la cooperativa que en las próximas semanas estarán presentes en diferentes ferias como Agropec o Agrosiero para promocionar una marca que ya cuenta con un gran prestigio en la región.

Todos coinciden en que el prestigio de la faba local radica en su larga tradición, pues Argüelles ha sido un pueblo en el que aseguran que hasta hace poco "había fabas en todas las casas", así como las buenas condiciones orográficas y climatológicas para el cultivo de la legumbre por excelencia de los asturianos.

Sin embargo, el reto ahora es adaptarse a unos cambios climatológicos que en general se consideran probados y podrían modificar e incluir técnicas para obtener un mayor rendimiento. "Es una planta de secano que siempre dependió del cielo, pero el riesgo de perderlo todo hace que la gente busque soluciones", comenta un Ulpiano Huergo que aunque cree que un sistema de riego sería ideal para garantizar la cosecha, éste no está al alcance de los productores locales. "Precisa una gran inversión que no sería rentable", explica.

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