El Ayuntamiento de Noreña está decidido a poner coto al "botellón". Una práctica que se ha extendido en la villa en estos últimos años, y que el último fin de semana, coincidiendo con el baile del caldo, llevó a un grupo de jóvenes a saltar los muros del colegio público Condado de Noreña.
A consecuencia del "botellón", el patio del centro educativo amaneció este lunes lleno de residuos, lo que motivó un notable malestar en la comunidad educativa. "No es sólo la suciedad o los desperfectos que puedan causar: es que pueden dejar cristales, y por allí andan niños pequeños", afirman desde la asociación, que ya ha denunciado incursiones similares en el pasado.
Por parte del Ayuntamiento, el concejal Pelayo Suárez explica que durante las fiestas se trató de acotarlo en determinados lugares, como los aleros de la plaza cubierta, y precisa que se reforzará el control en el entorno del colegio para evitar situaciones similares en el futuro. Suárez, además, revela que el Ayuntamiento propuso el curso pasado instalar cámaras de videovigilancia en el colegio para evitar las incursiones fuera del horario escolar, aunque la dirección del centro se mostró contraria a la propuesta. El consistorio, no obstante, la mantiene en estudio.