Alarmados, preocupados y con cierto cansancio de que no se ponga fin a la situación. Así dicen sentirse los navetos tras la oleada de robos que sufre el concejo, sobre todo, en la última semana. Sin ir más lejos, según ha podido saber este periódico, tan sólo durante el fin de semana se produjeron asaltos en cinco casas, en zona urbana, rodeadas de otras viviendas. A esto hay que sumar algún robo del pasado octubre en la zona rural del concejo.
Además, la Guardia Civil tiene constancia de otros dos robos, que han sido denunciados, el pasado 10 de noviembre. Los agentes investigan lo sucedido el pasado jueves cuando se produjeron los asaltos, ambos en dos viviendas cuya ubicación no ha trascendido.
En ambos casos se llevaron joyas y dinero tras entrar por la ventana. Uno de ellos se produjo por la tarde, mientras que otro fue en algún momento entre las seis de la madrugada y las diez de la noche. De momento, la investigación sigue su curso.
En el caso de los robos del fin de semana, la preocupación de los vecinos es aún mayor, según ellos mismos han transmitido, porque éstos se produjeron en casas en zona urbana, rodeadas de otras viviendas, cuando lo habitual es que los ladrones busquen lugares aislados para perpetrar sus fechorías. Los robos se produjeron al atardecer. Y la sospecha es que los autores, por su forma de operar, sean gente experta.
El que se produjo el pasado octubre -al no estar ocupada la vivienda, los dueños lo descubrieron tarde y no se sabe fijar el día- se produjo, no obstante, en una zona aislada: los ladrones accedieron a la casa tras forzar la puerta de entrada, sustrajeron una motosierra, una pistola de aire comprimido, unos prismáticos y pequeñas herramientas.
Entre los vecinos, además, la preocupación es máxima, ya que se han tenido noticia de otros asaltos recientes a viviendas de la zona rural de Siero y también del vecino concejo de Piloña.
En el caso de Siero, el asalto se produjo la pasada noche del jueves, en un chalé de Carbayín Bajo mientras los dueños, un matrimonio con un hijo pequeño, estaban fuera. El propietario pudo sorprender a los asaltantes en plena faena, al oír ruidos. Los cacos, al escuchar la puerta, saltaron por la misma ventana por la que habían accedido, en el primer piso, y huyeron campo a través. El propietario, aunque oyó toda la maniobra de huida, no pudo llegar a verles.
En Piloña el robo se produjo en una droguería el pasado jueves. Del local se llevaron varios perfumes tras acceder al local también por una ventana. No funcionó la alarma. El desfalco se cifró en unos 5.000 euros entre productos cosméticos y dinero. El efectivo sustraído estaba guardado en la oficina pues los cacos no llegaron a forzar la caja registradora. Tampoco las estanterías aparecieron muy revueltas.
