La miel viene escasa este año, pero la calidad sigue siendo igual de buena. Como a tantos otros productos, las lluvias producidas durante la floración han mermado algo la producción. Así lo explicaba Luisa Fernández en su puesto de venta de excedentes bajo los aleros de la plaza cubierta de la Pola.
Vecina de Bedriñana, en el municipio de Villaviciosa, Luisa Fernández vende en el mercado poleso desde hace cerca de treinta años, y la miel es uno de sus productos. "La gente lo aprecia mucho, yo tengo varios clientes fijos, que lo probaron en su momento, les gustó y repiten", explica.
"Lo que más aprecia la gente es que es miel fresca y natural, es por lo que vienen a comprarla", dice. Hay miel todo el año, porque es un producto que se conserva muy bien. Contiene muy poco agua y esto hace que la conservación sea más fácil. Con todo, es en septiembre cuando hay mayor producción, con lo que quienes la compran ahora tienen garantizado que la tomarán muy fresca.
Según la vendedora, hay una diferencia muy grande respecto a alguna miel que se compra en las tiendas y las grandes superficies. "Esta es de más calidad, y la gente lo nota", asegura.
La miel es un alimento muy completo, con muy buenas propiedades nutricionales, rica en vitamina B, y también con muchas propiedades curativas o preventivas: es buena para el corazón y para la mayoría de los órganos, y se utiliza para combatir con eficacia catarros, afecciones intestinales y otras dolencias.
No es raro ver en los puestos de la Pola tarros de miel casera, un alimento que estuvo durante un tiempo cuestionado, al igual que los huevos o los animales vivos, pero que finalmente se permitió comercializar.
Luisa Fernández explica, por otra parte, que este mes las ventas están siendo "regulares, no se sabe por qué". Ella vendía ya cuando el mercado estaba en la plaza de Les Campes, y reconoce que entonces "se vendía mucho más que ahora".
