"Del gocho está bueno hasta el andar", afirma con rotundidad Isaías Vega mientras toma un vino en compañía de Eduardo Pascual. A un metro de ambos, el hostelero Rodrigo Czabanyi saca de la cocina un plato de manitas de cerdo, uno de los que se degustarán en uno de los nueve locales participantes en las IX Jornadas del gocho de Carreño, donde se puede degustar cerdo desde Tamón hasta Piedeloro pasando por Candás, entre otras parroquias.

El local de Czabanyi se estrena este año en el certamen y ofrecerá tortos de picadillo, matachana, arroz meloso con costillas y adobo, además de las ya consabidas manitas de cerdo. "Ahora que las sacaste, déjalas aquí", le espeta Vega. Los clientes valoran este tipo de iniciativas porque "dan vida al pueblo" en los meses de invierno.

También lo destaca el hostelero Iván González, que lleva tres años con su local abierto y otros tres participando en las Jornadas del gocho. Pondrá sobre la mesa paté de compango, pote, picadillo y adobo con patatas. "Siempre que hay alguna actividad, participamos; en invierno hay que buscar excusas para sacar a la gente de casa", afirma. La hostelera y cocinera Ana Belén Mayor también decidió sumarse a la cita gastronómica. Preparará todos los días un menú distinto. Ayer tenía listo un menú de patatas con cerdo guisado y escalopines a la milanesa; también ofertará picadillo, fabada, pote y garbanzos con callos. Su especialidad, dice, son los callos, la fabada y el pote asturiano.

Manuel Rodríguez camina por la calle y comienza a llover. Se guarece del agua a la entrada del centro polivalente de La Baragaña mientras lee el cartel anunciador de las jornadas. "El festival dura cinco días y porque hoy ya tengo la comida preparada, pero como no se dé mal la cosa, voy a ir comer gochín el sábado y el domingo; como esté bien preparado, es lo mejor", comenta el candasín. A su lado, una mujer que prefiere mantener el anonimato declara que el cerdo no entra entre sus preferencias, aunque, eso sí, anima a los vecinos a degustar los platos. "No hay cosa que más me guste que ver Candás lleno de gente y más ahora que estamos en invierno", concluye.