La sede de los "Ángeles del Infierno" en La Felguera de Noreña está precintada desde que ayer por la mañana la Policía Local acudiera a sellar la puerta para cumplir el mandato municipal. El Ayuntamiento de Noreña había ordenado el cese de uso y cierre del local en una resolución de junio del año pasado, dado que no contaba con licencia municipal.
La resolución siguió a la denuncia de unos vecinos de la zona que, tras intentar sin éxito que se tomasen medidas, denunciaron a la alcaldesa, Amparo Antuña, y al concejal Pelayo Suárez por un presunto delito de prevaricación por omisión. Finalmente, el juez decretó el archivo provisional de esta causa, pero el expediente relativo al local de la asociación siguió su curso.
Los "Ángeles del Infierno" interpusieron un recurso de reposición contra el cierre, que fue desestimado por la Alcaldía. Además, el Ayuntamiento denegó a la asociación la licencia de actividad que había solicitado para recuperar el uso del local, al considerarla incompatible con la normativa urbanística.
La asociación recurrió ante el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 6 de Oviedo, que finalmente falló a favor del Ayuntamiento de Noreña. Amparo Antuña defendió la actuación municipal en este caso.
"Nosotros nos limitamos a seguir el expediente y llegar a ese término; desestimamos el recurso con el que quisieron parar el precinto y seguimos adelante, los ayuntamientos no pueden hacer lo que les de la gana, lo único que hemos hecho ha sido cumplir con la normativa, cuando se abre un expediente hay que continuarlo", dijo la regidora.
Ha habido resoluciones municipales y judiciales que avalan y llevan a tomar la resolución que se ha tomado.
