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Pravia da bocados al paro

La industria agroalimentaria no deja de crecer: cultivos de siempre y con fama como la faba conviven con otros nuevos como el kiwi y el arándano; el queso, el último producto de éxito

Pravia da bocados al paro

Pravia está para comérsela y su sector agroalimentario no sólo se consolida, sino que crece hasta convertirse en una más que reseñable fuente de empleo en el concejo y el resto de la comarca. Por decirlo de alguna manera, los pravianos se comen el paro, poco a poco, a bocados.

En la huerta, Pravia capitaliza dos de los nuevos cultivos agrarios con mayor productividad en Asturias, kiwis y arándanos, al tiempo que mantiene las producciones tradicionales como la faba y afronta nuevos retos con plantaciones de aguacate o ciruelas. Todo sin dejar de lado otros productos manufacturados de siempre, como las boroñinas de toda la vida o las truchas (hay una marca local, la "Princesita"), a los que se han sumado y con gran éxito nuevos como el queso.

Los kiwis son, quizá, los reyes de las plantaciones agrícolas del concejo, donde se ubica la principal empresa del sector en Asturias, Kiwi Natur, con una producción anual de unas 3.000 toneladas que comercializan en España, Alemania, Suiza y países de centro Europa. También ha cruzado el charco y los kiwis pravianos se venden y se comen en Canadá, apunta Juan García, adjunto a la dirección de la compañía.

Estos kiwis crecen y aumentan su presencia en las vegas del Narcea y el Nalón a su paso por el concejo. Un crecimiento que también vive el arándano y los frutos rojos, pero en las fincas de la zona alta del concejo, donde encuentran suelos y un clima idóneo para su producción. "Estamos creciendo mucho con unas treinta hectáreas y cuarenta productores más la fruta que compramos a otros productores, lo que convierte a Pravia en la capital del arándano en Asturias", destaca Fernando García, presidente de la cooperativa "Principado Berries".

Los arándanos cada vez tienen más demanda en el mercado por sus propiedades. "Son antioxidantes, tienen efectos potenciadores de la memoria, facilitan el trabajo de los riñones, disuelve las piedras renales y evita su formación, y aportan el 25 por ciento de la vitamina C diaria, además recientes estudios han demostrado que también cuenta con propiedades anticancerígenas", destaca.

También en las tierras de las vegas pravianas, sobre todo en Los Cabos, siguen cultivando uno de los productos que más fama ha dado el concejo, las fabas, que también se encuentran en las zonas altas destacando Villavaler como principal pueblo productor. "Son muy mantecosas, con la piel tan fina que no se nota y no se rompen al cocer, es como comer una magdalena", afirma Isabel García, productora de Los Cabos. Una calidad que viene dada, según precisa, por la composición de la tierra de la vega.

Un terreno que hasta hace pocos años no dejaba ni un metro libre sin fabas y que hoy, cada vez cuenta con menos cultivos debido a las restricciones y la presencia de jabalíes y cuervos que acaban con las cosechas y desaniman a los vecinos a continuar con las plantaciones. Pero los que siguen como García consiguen algunas de las mejores fabas de Asturias, como es su caso. Sus legumbres fueron empleadas en la fabada que quedó en tercera posición en el certamen de la mejor fabada del mundo. Todo un orgullo para ella.

Pero si la tierra da buenos productos en Pravia, también sus aguas. En Barganeiro se ubica la veterana piscifactoría de Adolfo Miranda y familia donde generan 70 toneladas de trucha al año gracias al paso de las aguas del río Aranguín (tienen otras sedes en Grado). Trucha de ración de un año , asalmonada de un kilo de peso y año y medio de vida o la reina de la piscifactoría, la "Princesita", de entre 50 y 70 gramos, alimentan las mesas asturianas. "Hace quince años fuimos los primeros en comercializarlas por un cliente de León que nos las demandó, empezaron a venderse y cada vez tenemos más pedidos", desvela Miranda.

La piscifactoría compra las huevas de trucha que eclosionan ya en las pilas y crecen hasta el momento en el que se pueden poner a la venta. Miranda destaca los controles sanitarios sobre la acuicultura que permiten su consumo con garantías así como que "tenemos densidades muy bajas para que las truchas estén más desahogadas y tampoco las apuramos para comer". Un producto que tienen un gran aporte de omega 3.

Del agua a la cueva. En Pravia la quesería "Rey Silo" no para de cosechar premios con sus quesos, con un trabajo marcado por la innovación y la calidad, destaca Pascual Cabaño. "Lo importante es no estropear la leche en la elaboración, se trata de hacer quesos que sepan y huelan a Asturias". Leche cruda, afinados de manera natural y madurado con los propios mohos de la leche, así producen los Besos de Rey Silo, o los quesos troncocónicos blanco y roxo con los que comenzaron. También su última incorporación, el queso Massimo Rey Silo de magaya de sidra. Y una futura aportación, un queso azul que están a punto de lanzar al mercado. La base de un buen queso, leche cruda de ganaderías con pastos naturales, con los que consiguen producir mil kilos de queso al mes.

Y si las tierras y aguas pravianas favorecen los buenos productos, también se guardan exquisitas recetas en la villa, donde son ya míticas las boroñinas, unas pastas secas que llevan "avellana, azúcar, huevos, miel y mucho amor", declara la repostera Carmen Rubio. En su caso llevan desde 1970 fabricándolas y hacen una media de 50.000 al año, como mínimo. "Hay gente que viene a por ellas y se las llevan fuera, a Turquía o Estados Unidos, porque se mantienen muy bien, no se rompen y no necesitan frío".

Son algunos de los buenos sabores de los que presume Pravia. Un concejo que está para comérselo desde el río a las vegas, desde las fincas de las zonas altas a los pastos naturales. Unas condiciones orográficas y climáticas que favorecen las producciones que están poniendo al municipio en el mapa agrario de España.

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