La colegiata, la capilla del Valle, las casas de los canónigos, las antiguas escuelas y el Ayuntamiento. Todos estos lugares emblemáticos de Pravia formarán parte del belén que montará el Ayuntamiento las próximas Navidades en la Casa de Cultura. Y todo gracias al vecino Emilio Álvarez, quien cede sus maquetas a escala de los inmuebles con los que decoraba su negocio antes de jubilarse y que ahora se afana en reparar en un local del antiguo instituto. "Al almacenarlos siempre hay algo que se despega o se rompe porque son materiales muy delicados y finos", señala el arista.
Y es que no le falta detalle a ninguna de las maquetas, que durante años sorprendieron y entretuvieron a los pravianos en el escaparate de su óptica. Álvarez comienza el trabajo tomando fotografías, algunas muy detallistas, para reflejar fielmente el edificio. Después, los dibuja, realiza un boceto en cartulina y lo monta para hacerse una idea de su envergadura, "porque lo principal es que tengan armonía".
Con los cálculos echados, selecciona materiales como porexpan, madera o cartón, entre otros. El detallismo de Álvarez es tal que incluso ha llegado a soldar latón para hacer las verjas de la entrada de la Colegiata. "Ahora el mayor problema que tengo es que hay que cambiar algunas cosas y para buscar el mismo color y vayan igual que las que ya están me está costando". Pero nada se le pone por delante a este praviano, al que se le da bien esto de trabajar con las manos: cada año colabora en la confección de las alfombras florales y de sal con las que decoran la festividad de Corpus Christi.
Es un trabajo muy minucioso, pero lo hace con calma y mucha paciencia: "eso es fundamental". Y aunque le cueste encontrar algunos materiales, las maquetas van cogiendo forma y recuperan el aspecto con el que lucieron cada Navidad en su escaparate. Las reproducciones tendrán luz interior y exterior, aunque es uno de los últimos detalles que realiza.
Además, para el belén también tiene previsto ceder unas casas tradicionales asturianas que ya tiene hechas y, si cuenta con el tiempo suficiente, hará una maqueta nueva, que ya tiene muy avanzada. "Es la casona que hay donde el ERA (establecimientos residenciales para ancianos), pero no sé si tendré tiempo a hacerla porque las restauraciones me están llevando mucho tiempo", confiesa.
El comerciante y artista praviano pasa las tardes enteras en el local trabajando en las maquetas que, indica, son desmontables. Y espera tener ayuda a la hora de montar el belén, la de otro fiel colaborador de las alfombras, Manolo González. Todo sea por ilusionar a pequeños y mayores con el próximo nacimiento que se instale en la villa.
