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Los llagares mayarán en esta campaña menos de dos tercios de lo que produjeron en 2017

Las bodegas de Tiñana (Siero) inauguraron ayer una campaña con buenas expectativas, porque "hay poca manzana pero de calidad"

José Palacio, ayer, en el manzanero de Viuda de Palacio. M. M.

Los llagares de Tiñana (Siero) comenzaron ayer la temporada. La bajada de temperaturas de estos días les ha venido de perlas, pues el calor no les beneficia, aunque casi todas las bodegas disponen ya de sistemas de climatización.

Como la cosecha de manzana en Asturias viene escasa y con algo de retraso, han empezado a elaborar sidra con fruta de fuera de la región. Pero tienen buenas expectativas porque, aunque haya poca producción en las pumaradas asturianas, es de buena calidad, mejor que la del año pasado. El kilo se paga algo más, pues ronda los 0,30 euros colocado en el llagar, mientras que el año pasado andaba por los 0,27 euros.

En la cosechona de 2017, los elaboradores produjeron más sidra de la prevista y no han dado salida a toda la bebida; además, el mal tiempo de la primavera y parte del verano frenó las ventas. Así que estima que mayarán menos de dos tercios de lo que elaboraron en la pasada campaña.

Tiñana es la parroquia asturiana con mayor número de llagares, lo que la convierte en un referente sidrero en la región. No obstante, su buena ubicación en el centro del Principado revalorizó las fincas y la construcción se llevó muchas de las pumaradas que había en la zona porque era más rentable. Así que ésta es más tierra de sidra que de manzana.

Ayer arrancaron las máquinas para iniciar la campaña en algunas bodegas. José Palacio, de Sidra Viuda de Palacio, prepara los primeros mostos de la temporada con manzana de Sarria (Lugo), "a la espera de mayar lo poco que haya de Asturias porque la de aquí aún no maduró. Viene algo retrasada", apuntó. Indica que "todavía está pequeña y verde, hay que esperar unos 15 días".

Estima que, en general, las bodegas de la región fabricarán "dos terceras partes de lo del año pasado, o menos", pues "hay sidra en los llagares que hay que sacar". Insiste en el "esfuerzo" que hicieron en la campaña anterior "para intentar quitar el cosechón de encima, y la sidra sigue aquí, esperando venta". Confían en que ésta sea "una buena campaña", pues, aunque "más corta, es de calidad". Para Palacio, la clave de la sidra está en "un cúmulo de pequeños detalles y mucho rigor en cada uno de los procesos". Los gustos y preferencias de cada llagarero son lo que diferenciarán su bebida del resto en el mercado.

Carlos González, de Sidra Fanjul, también inauguró ayer la campaña. "La materia prima es importantísima y luego está infinidad de detalles que hay que cuidar, como las temperaturas y, ahora, lograr mezclas equilibradas", que más tarde pueden corregirse con los trasiegos. Pero "cada uno tenemos una idea en la cabeza de por dónde tiene que ir y son matices que marcan la diferencia", apuntó.

"Este año hay bastante sidra en los llagares y, aunque no haya una cosecha importante, no influirá", destaca Carlos González, a la par que destaca que "está entrando manzana buena, por encima de la media". En su caso ha empezado con fruta de sus pumaradas. "El 80% es de fincas propias o concertadas porque es importantísimo saber con qué materia prima cuentas y qué te aporta, pues todos los años es una aventura distinta y así sabes con qué armas cuentas", indicó. Corrobora que la producción general de sidra este año será menos de las dos terceras partes del pasado o, incluso, la mitad.

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